“No es buen árbol el que da malos frutos ni es árbol
malo el que da buen fruto.” Lucas 6:43 (Leer: Lucas 6:37-45)
El maestro
decidió utilizar un ejemplo de la ciencia para ilustrar su lección, puso
delante de sus alumnos dos frascos que parecían muy similares cuando se les
observaba a cierta distancia, pero que en realidad eran muy diferentes. Les
dijo que se acercaran, miraran y examinaran más de cerca el contenido de ambos
frascos; cuando hicieron esto pudieron notar que el olor y la textura eran
diferentes, y finalmente terminaron de comprobar las diferencias cuando
empezaron a volcar sus contenidos en otro frasco. El primero era fluido, mientras que el
segundo se desplazaba más lento y su textura era más densa; esto reveló su verdadero
contenido, el primer frasco contenía vinagre y el segundo miel.
De la misma
forma podemos decir que las personas reaccionan de manera diferente cuando
están bajo presión, lo cual es una verdadera prueba de carácter. En situaciones
normales, la mayoría de nosotros nos comportamos de una forma socialmente
aceptable y damos la impresión de que todo está bien. Pero cuando vienen los problemas revelamos
nuestro verdadero carácter.
Cuando somos
probados de diversas formas o cuando nos observan con más detalle, sale a flote
lo que verdaderamente somos. El mismo
Señor lo dijo de la siguiente forma: “…Porque de la abundancia del corazón
habla la boca.” (Luc. 6:45).
1. ¿Qué hay en tu corazón: vinagre o
miel? ¿Cuándo una persona hace algo que no te gusta, cómo reaccionas? La clave
para mantenerte bien, es que tengas una relación creciente con Dios y dejar que
el Espíritu Santo te guíe, solamente así surgirá lo que Dios desea que tu vida
refleje: su Carácter y Prioridades.
2. Nuestro verdadero carácter se revela
en los momentos de prueba, ahí es cuando tu dependencia de Dios se hace
evidente.
MD/HG -
(DEVOCIONAL DIARIO “MI DEVOCIONAL”)