NUEVO LOGO Y SITIO WEB
Lo más importante de
nuestra historia no es el «Acerca de nosotros»
En 1938, el ministerio
comenzó con un programa de radio llamado Detroit Bible Class. Desde entonces,
nuestro grupo de amigos pasó de estar formado por unos pocos radioyentes a
incluir millones de personas en todo el mundo que utilizan nuestros materiales
basados en la Biblia.
Con el correr de los
años, cambiamos nuestro nombre para reflejar mejor la variedad de recursos que
ofrecemos. En la actualidad, hemos visto que la mayoría reconoce quiénes somos
por el amado devocional Nuestro Pan Diario. Por esta razón, cambiamos nuestro
nombre a Ministerios Nuestro Pan Diario, para comunicar más claramente quiénes
somos. Aunque nuestro nombre ha cambiado, nuestro objetivo es el mismo:
alcanzar a personas de todo el mundo con el mensaje del amor de Dios.
Somos una organización no denominacional y sin fines de lucro, con personal fijo y voluntarios en más de 35 oficinas, que trabajan juntos para distribuir más de 60 millones de recursos en 150 países. Ya sea mediante un programa de radio o televisión, DVD, redifusión multimedia, aplicaciones móviles o nuestro sitio web, proporcionamos materiales para ayudar a las personas a crecer en su relación con Dios.
Lo importante es la fidelidad de Dios. Y tú.
Durante más de 75 años,
hemos sido testigos de la fidelidad de Dios con la misión de Ministerios
Nuestro Pan Diario. Y sabemos que, solo gracias a ti, tu familia, tus amigos,
tu iglesia y tu apoyo, hemos podido compartir la buena noticia del amor, la
gracia y el perdón de Dios en todo el mundo.
“Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia,
y su verdad por todas las generaciones.” Salmo 100:5
DEVOCIONAL DIARIO ABRIL 1 DE 2015
“[Jesús dijo:] os volveré a ver, y se gozará vuestro
corazón…” Juan 16:22 (Leer:
Juan 16:17-24)
Pregunté a varios
amigos cuál había sido la experiencia más difícil y dolorosa que habían
atravesado, y mencionaron guerras, divorcios, cirugías y pérdidas de seres
amados. Mi esposa contestó: «El nacimiento de nuestro primer hijo», ya que fue
un parto complicado, en un solitario hospital del ejército. Pero, al mirar
atrás, agregó que lo considera una alegría, «porque el dolor tuvo un gran
propósito».
Antes de que Jesús
fuera a la cruz, les dijo a sus seguidores que iban a atravesar un período de
gran dolor y tristeza, y lo comparó con lo que siente una mujer durante el
alumbramiento, cuando su angustia se convierte en gozo después del nacimiento
del bebé (Juan 16:20-21). «También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os
volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo» (v.
22) .
En la vida, enfrentamos
angustias; pero Jesús, «el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la
cruz, menospreciando el oprobio» (Hebreos 12:2), compró el perdón y la libertad
para todos los que lo reciben como Salvador. Su doloroso sacrificio llevó a
cabo el propósito eterno de Dios de abrir el camino a la comunión con Él.
El gozo de nuestro Salvador superó su sufrimiento, tal como
la alegría que Él nos da aplaca nuestras angustias.
Padre, gracias que mi
dolor hace que me parezca más a Cristo.
El sufrimiento puede
ser como un imán que atrae al creyente hacia Cristo.
(La Biblia en un año: Jueces 13-15 – Lucas 6:27-49)
DAVID C. MCCASLAND - (Devocional “NUESTRO PAN DIARIO")