viernes, 31 de julio de 2015

LA NATURALEZA DE LA DEPRESIÓN 30 julio


LA NATURALEZA DE LA DEPRESIÓN JEFF OLSON





Hay quienes se han referido a la experiencia de la depresión como una negrura pesada. Otros la comparan con estar enterrados vivos.

Charles Spurgeon la comparó con el «horror de un alma abandonada por Dios».

Cuando la gente desiste de todo en la vida o cuando siente que la vida ha desistido de ellos, la experiencia es infernal.


SEÑALES DE LA DEPRESIÓN. Las personas que luchan con la depresión por lo general muestran una serie de síntomas que las perturban y a veces las incapacitan. Algunos de los síntomas clásicos son la pérdida de la energía, la pérdida del apetito o el comer en exceso, la dificultad para dormir o el dormir demasiado, y la incapacidad de concentrarse.

Las siguientes afirmaciones se pueden considerar una alerta al problema de la depresión:

• Me siento triste o aturdido de manera regular casi todos los días.
• Tengo poco o ningún interés en las actividades que solía disfrutar.
• Me cuesta trabajo dormir.
• Duermo demasiado.
• He perdido el apetito.
• Como mucho casi todos los días.
• Me siento cansado la mayor parte del tiempo.
• Me resulta difícil concentrarme o permanecer concentrado.
• Mi interés en la intimidad marital ha disminuido.
• Me siento abrumado por las cargas de la vida.
• No tengo muchas esperanzas de que mi vida vaya a cambiar en el futuro.
• Paso de sentirme impotente e indigno a sentirme airado y victimado.
• Pienso en la muerte o en matarme.

Si usted se identifica con cinco o más de estas afirmaciones y al menos una de las dos primeras (la tristeza o la pérdida de interés), probablemente deba buscar ayuda profesional.

Puede que esté luchando con una grave depresión. Los que se identifican con dos o cuatro de las afirmaciones, deberían, cuando menos, considerar ver a un médico para hacerse un examen completo. A veces hay síntomas de un problema médico como el hipotiroidismo, la hipoglucemia o la enfermedad de Cushing.


DEFINICIÓN DE DEPRESIÓN. La depresión es difícil de definir porque puede ser muy esquiva. Algunos de sus componentes son sencillamente imposibles de describir. A veces se confunde la depresión con un tipo de aflicción que es saludable.

La aflicción y la depresión sí tienen algunas similitudes, pero no son lo mismo. La depresión es un alejamiento del proceso de aflicción.

Cuando nos afligimos sentimos la tristeza de la pérdida. Pero en la depresión, la tristeza de la pérdida queda aturdida. Ambas pueden conducir, al menos temporalmente, a noches de insomnio o a la pérdida del apetito, pero los resultados finales son bien diferentes. La aflicción lleva a la renovación de la esperanza y al anhelo del cielo (Romanos 8:23-25). La depresión crea un conjunto de problemas adicionales que encierran nuestras almas en un calabozo de desaliento.

La depresión también es difícil de definir porque es un término que se usa muy a la ligera en la sociedad de hoy. Hace poco, un amigo me dijo que se sentía deprimido porque tuvo que cancelar unas vacaciones familiares. No hay duda de que tenía una sensación de tristeza o incluso un poquito de desesperación. Esperaba con ansias poder ir de vacaciones con su familia, y se desanimó de verdad cuando se enteró de que no iba a poder ir. Sin embargo, esa experiencia no es depresión.

Entonces, ¿cuál es la definición de depresión? La depresión es un estado o ánimo perturbado que consiste en alteraciones constantes en los niveles de la energía, el sueño, el apetito y la capacidad de concentración.

De hecho, se puede entender la depresión como un grupo de síntomas influenciados por la biología y que son el resultado de una respuesta autodestructiva a la pérdida o a la injusticia.

A menudo es útil considerar que la depresión es algo continuo que va de ligero a grave:

Depresión Benigna                                 Depresión Grave
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Mientras más interfieren las diferentes perturbaciones con la capacidad que tiene una persona de dormir, comer, trabajar, pensar y disfrutar de actividades que antes disfrutaba, mayor es la gravedad de la depresión.

Se puede presentar como una pérdida inexplicable de energía y de entusiasmo, o como una nube abrumadora y oscura que incapacita y que hace imposible seguir con las rutinas y las responsabilidades normales. Estos ataques de depresión pueden llegar en períodos cortos o largos, y pueden durar de unas cuantas semanas a un par de años.

La depresión tiene la extraña capacidad de adoptar vida propia. La capacidad de razonar y de reflexionar desaparece a medida que las perturbaciones físicas y emocionales se apoderan de la persona. Llega un momento en que se hace casi imposible pensar en decisiones personales hasta que se reestablece cierta estabilidad física y emocional.

Una vez se alcanza cierto grado de estabilidad puede ser importante para el proceso de recuperación reflexionar sobre las raíces de la depresión.

Aunque la sola comprensión no necesariamente alivie la desesperación, entender mejor el proceso depresivo puede ayudarnos a evitar que nos abrume completamente. Con eso en mente, consideremos algunos de los factores principales que nos pueden causar una depresión.


LAS CONDICIONES PARA LA DEPRESIÓNLa depresión raras veces sale de la nada. Aunque la gente deprimida puede llegar a sentirse totalmente confundida respecto a su situación, existen varios factores, tanto dentro como fuera del control de la persona, que contribuyen a esa condición que cubre la vida como una nube oscura. Estos factores por lo general caen dentro de una de tres áreas:

1. Factores físicos. La complejidad del cuerpo humano es uno de los distintivos de la creación de Dios (Salmo 139:14 - Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.)

Las enfermedades. Notamos especialmente un efecto negativo en nuestra alma cuando las enfermedades afligen a nuestro cuerpo. Como mencionamos antes, diferentes enfermedades físicas pueden causar o agravar los síntomas de la depresión. Reiteramos que por eso se recomienda un examen médico en la mayoría de los casos.

Dieta y ejercicio. Lo que comemos y cuánto ejercicio hacemos son dos áreas significativas que afectan la interacción entre el cuerpo y el alma, y, a su vez, crean las condiciones para que surja la depresión. Podemos desarrollar inconscientemente patrones alimentarios desequilibrados, o podemos usar mal cierto grupo de alimentos que pueden en realidad iniciar o reforzar un estado depresivo. Lo mismo sucede cuando no se hace ejercicio regularmente. (Continúa...)




LA NATURALEZA DE LA DEPRESIÓN, forma parte de la serie titulada Tiempo de Buscar, que reúne pequeños libros de apenas 32 páginas con los más importantes temas de actualidad los cuales son tratados con un lenguaje claro y una enseñanza basada en la Biblia. Cada uno de ellos te puede ayudar a crecer espiritualmente en tu relación con Cristo y en tu papel de transmitir a otros el mensaje del evangelio (http://nuestropandiario.org/2009/09/serie-tiempo-de-buscar/).








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