LOCO AMOR – FRANCIS CHAN
¿Y si yo le dijera:
"Deje de orar"? ¿y si le dijera que deje de hablar a Dios durante un
rato y, en cambio, le eche una larga y atenta mirada a Él antes de pronunciar
otra palabra? Salomón nos advirtió que no nos apresurásemos a entrar en la
presencia de Dios con palabras. Eso es lo que hacen los necios. Y, con frecuencia,
eso es lo que nosotros hacemos.
Somos una cultura que
se apoya más en la tecnología que en la comunidad, una sociedad en la cual las
palabras habladas y escritas son baratas, fáciles de expresar y excesivas.
Nuestra cultura dice que cualquier cosa vale; casi ni se oye del temor de Dios.
Somos lentos para escuchar, rápidos para hablar y rápidos para enojarnos.
El hombre sabio se
acerca a Dios sin pronunciar palabra y permanece maravillado ante Él. Puede
parecer una empresa inútil mirar al Dios invisible; pero Romanos 1:20 nos dice
que, por medio de la creación, vemos las cualidades invisibles y la naturaleza
divina de Él. (Deje de orar – Cap. 1)