TEN CUIDADO CÓMO ESCUCHAS –
JOHN PIPER
Las escrituras nos llaman a considerar cuidadosamente qué sermones
escuchamos y también a considerar cómo escuchamos estos sermones. El escuchar
bien es una habilidad no negociable para todo el que entra al edificio de una
iglesia el domingo o pone un sermón a través de sus audífonos durante la
semana.
La vida, la salud y el crecimiento de nuestras almas están ligados a
qué tan bien escuchamos. Sería sabio que periódicamente evaluáramos nuestra
propia manera de escuchar la palabra de Dios. Si escuchamos sin tener cuidado
podemos desviarnos alejándonos de Dios. Por otra parte, si escuchamos con
atención “nadaremos en contra de la corriente del pecado y de la indiferencia.”
“No seas indiferente en tu manera de escuchar la palabra de Dios
semana tras semana,” nos advierte John Piper. Si no te está suavizando,
salvando, sanando y produciendo fruto probablemente te está endureciendo, cegando y cauterizando. Es demasiado fácil caer en lo que las escrituras llaman
“tardo para oír,” escuchar sin fe y ver poco o ningún fruto moral en nuestras
vidas como resultado. Tal como Jesús deja claro, finalmente es cómo escuchamos
lo que revela quiénes somos (Juan 8:43, 47, 10:4, 27).