GRACIA SOBERANA – D. L. MOODY
En el ejercicio de su
llamado de lo alto, el fiel embajador de Cristo no debe tener ningún escrúpulo
para declarar todo el consejo de Dios, “trazando bien la palabra de verdad”, a
todas las clases de oyentes. Él debe advertir al hombre abiertamente malo que
si persiste en sus malos caminos, los juicios justos de Dios le darán alcance
inevitablemente; él debe desenmascarar al hipócrita; él no debe pronunciar
ninguna protesta dubitativa contra los caminos torcidos y desviados del egoísta
y el oportunista. Pero si él entra en el Espíritu de su Maestro, ninguna parte
de su trabajo público será más acorde o deleitable que la proclamación de la
plena, gratuita, y SOBERANA GRACIA de Dios, manifestada hacia los hombres
pecadores en el regalo de Su Hijo Eterno, para ser el Salvador del mundo.
El capítulo titulado
“Un Repicar de las Campanas del Evangelio”, aunque no surge estrictamente del
tema general, está en perfecta armonía con él; cada nota repicada está
destinada a hacer resonar la invitación de gracia para “Venir” al Dios de toda
gracia y ser bendecidos. (NOTA
INTRODUCTORIA)