lunes, 6 de octubre de 2014

¿SOY REALMENTE CRISTIANO? 6 octubre

¿SOY REALMENTE CRISTIANO? – MIKE MCKINLEY 



Si voy a tratar de convencerte de que es posible que no seas cristiano, parece que tenemos que definir qué significa la palabra cristiano. Literalmente, la palabra cristiano significa “un seguidor de Cristo”. Según Hechos 11, la etiqueta se utilizó por primera vez en la ciudad de Antioquía —en el siglo primero— para describir a los hombres y mujeres que se habían unido al pequeño grupo de seguidores de Jesús. Era probablemente un término de burla, pero los miembros de la Iglesia primitiva llegaron a adoptarlo y lo utilizaban para describirse a ellos mismos. El apóstol Pedro usó la palabra cristiano en su primera carta para indicar que sus lectores eran verdaderos seguidores del Señor. Él escribe allí: “Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello” (1 P. 4:16).

Detallándolo un poco más, un cristiano es alguien que ha escuchado la palabra del evangelio, las buenas nuevas acerca de Jesús, y ha respondido confiando en Jesús para salvación y declarándolo como Señor. En pocas palabras, un cristiano
cree que:

1. Somos pecadores, completamente merecedores de la condenación de un Dios santo que odia todo pecado y maldad.

2. Dios —en su misericordia— tomó forma humana en la persona de Jesús y vivió la vida perfecta de obediencia a Dios que nosotros deberíamos haber vivido.

3. Él dio su vida en la cruz para soportar el castigo por nuestros pecados y fue resucitado de entre los muertos en victoria y gloria como el Rey prometido de Dios.

4. Todo aquel que se vuelve a Jesús en arrepentimiento y fe está completamente perdonado y es adoptado en la familia de Dios.

Tristemente —sin embargo— parece que el término cristiano comenzó a perder significado incluso antes de que la tinta de la carta de Pedro se secara. A lo largo de las Epístolas del Nuevo Testamento, los apóstoles invierten una cantidad sorprendente de tiempo advirtiendo contra los falsos maestros y los miembros inconstantes de la iglesia, muchos de los cuales —sin duda— se hacían llamar cristianos. (NO ERES CRISTIANO SI NO HAS NACIDO DE NUEVO: CAPÍTULO 2)








TRADUCCIÓN