viernes, 4 de octubre de 2013

LOS ATRIBUTOS DE DIOS A. W. PINK 4 octubre

LOS ATRIBUTOS DE DIOS  –  A. W. PINK






Si se me preguntara cuál es la mayor necesidad que tenemos como creyentes evangélicos, no dudaría en decir que nuestra mayor necesidad es un conocimiento más profundo y experimental de las perfecciones de Dios, de los atributos de Dios. No sólo porque -como dice Daniel 11:32: “El pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará”-, sino por la sencilla razón de que “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado” (Juan 17:3).

Conocer a Dios es, pues, el todo del creyente y no debemos olvidarlo. El libro trata diferentes aspectos del ser de Dios. Algunos de estos atributos del carácter divino son más conocidos: el amor de Dios, su fidelidad o la gracia de Dios. Otros aspectos del ser de Dios son menos conocidos, aunque igualmente verdaderos: la santidad de Dios, la ira de Dios o los decretos de Dios. Otros atributos de Dios, como la soledad de Dios o su supremacía son muy poco conocidos.

La cuidadosa lectura de estas páginas nos llevará sin duda a una adoración más profunda de Dios, a una humillación más sincera ante Él y a un deseo más cordial de servirle.







LA VIDA DE ELÍAS –  A. W. PINK






Generación tras generación, los siervos del Señor han buscado la edificación de los creyentes en el estudio del relato del Antiguo Testamento. En estos casos, los comentarios a la vida de Elías han ocupado siempre lugar prominente. Su aparición repentina de la oscuridad más completa, sus intervenciones dramáticas en la historia, nacional de Israel, sus milagros, su partida de la tierra en un carro de fuego, sirven para cautivar el pensamiento tanto del predicador como del escritor.

El Nuevo Testamento apoya este interés. Si Jesucristo es el Profeta "como Moisés", también Elías tiene su paralelo en el Nuevo Testamento: Juan, el más grande de los profetas. Y, lo que es todavía más notable, Elías mismo reaparece de forma visible cuando con Moisés, en el monte de "la magnífica gloria", "habla de la contienda que ganó nuestra vida con el Hijo de Dios encarnado". ¡Qué sublime honor fue éste! Moisés y Elías son los nombres que no sólo brillan con pareja grandeza en los capítulos finales del Antiguo Testamento, sino que aparecen también como representantes vivientes de la hueste redimida del Señor —los resucitados y los traspuestos— en el "monte santo", donde conversan de la salida que su Señor y Salvador había de cumplir en el tiempo designado por el Padre. (Introducción)











TRADUCCIÓN