“¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios?
¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros,
ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros,
ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino
de Dios. Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido
santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por
el Espíritu de nuestro Dios.” 1
Corintios 6:9-11
Nuestro Señor es un
gran transformador del carácter. No me gusta hablar de mí mismo, pero voy a
hablar de alguien que conozco muy bien.
Entró a este
tabernáculo siendo un borracho, un blasfemo, un amante de las cosas impuras, y mientras
se predicaba la Palabra ,
el Señor lo quebrantó y derritió su corazón. Ahora odia lo que un día amó, y
las cosas que antes le parecían aburridas –tanto que maldecía y blasfemaba ante
su sola mención, o se burlaba de aquellos que las amaban– ahora él también las
ama y se maravilla de estar donde ahora se encuentra. Pregúntale a su esposa si
ha habido algún cambio en él, pregúntale a sus hijos si ha habido algún cambio
en él; pregúntale a sus compañeros de trabajo, a su jefe, pregúntale a
cualquiera y todos te dirán: «No es el mismo hombre».
¡Oh, si hay alguien que quiere probar el camino de la
justicia y abandonar el pecado, que escuche mi testimonio, el cual sale de
labios sin engaño! «Digo la verdad y no miento» (1 Timoteo 2:7). El Señor es
capaz de transformar el carácter de una forma maravillosa, lo ha hecho en
muchos de nosotros y, si puedes creer en él, también lo hará por ti.
(A través de la Biblia en un año:
Proverbios 19-21)
FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”,
Compilado por Audie G. Lewis.
CHARLES SPURGEON - (Devocional “A los Pies del
Maestro”)