“Dios es
nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” Salmo
46:1 (Leer: Salmo 46:1-11)
Mientras mi esposo estaba en el trabajo, me enteré de que
a mi madre le habían diagnosticado cáncer. Le dejé un mensaje y llamé a algunos
amigos y familiares, pero no encontré a nadie. Con manos temblorosas cubriendo
mi rostro, sollocé: «Señor, ayúdame». La seguridad de que Dios estaba conmigo
me consoló en esos momentos en que me sentí tremendamente sola.
Di gracias al Señor cuando mi esposo volvió y mis amigos
y familiares llegaron, pero la calma que sentí en aquellas primeras horas de
angustia en soledad me confirmó que Dios siempre está disponible dondequiera
que necesitemos ayuda y en cualquier momento.
El Salmo 46 afirma que Dios es nuestro amparo, fortaleza
y auxilio (v. 1). Cuando todo parece un
caos y pensamos que el mundo se nos cae encima, no debemos temer (vv. 2-3).
Dios no falla (vv. 4-7). Su poder es notorio y eficaz (vv. 8-9). El Señor,
nuestro refugio, permanece con nosotros siempre (v. 11).
Los creyentes debemos sostenernos en oración y alentarnos
unos a otros, pero Dios afirma que Él siempre es capaz de actuar y que está
disponible. Podemos confiar en su promesa de proveer lo que necesitemos. El
Señor nos consolará a través de sus hijos, como así también con su presencia
personal.
Señor, gracias por asegurarnos que siempre estás
disponible porque estás con nosotros todo el tiempo.
Dios siempre está capacitado para ayudarnos y disponible
para hacerlo.
(La Biblia en
un año: Éxodo 23–24 — Mateo 20:1-16)
XOCHITL DIXON -
(DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")