LA PAZ DEL PERDÓN – CHARLES STANLEY
"¿Perdonarme?
¿Cómo podría Dios perdonarme? ¡Usted no sabe lo que he hecho!"
"¿Cómo
pude haber hecho semejante cosa? Jamás podré perdonarme a mí mismo."
Estas son
confesiones que como pastor oigo a diario. Confesiones de personas que han crecido
en iglesias, con padres consagrados, y que sin embargo no entienden cabalmente
el perdón de Dios y el posible efecto que puede tener en su vida. Lo trágico es
que las personas que no captan la inmensidad del perdón de Dios son esclavas.
Es una esclavitud que les impide amar y aceptar a aquellos que, en lo profundo
de su corazón, saben que merecen su amor. Es una esclavitud que perjudica a los
matrimonios desde sus comienzos, y que a menudo pasa de una generación a otra.
Es una esclavitud que asfixia la vida abundante que Cristo prometió a los que
creen en él.
Es por eso que
sentí la necesidad apremiante de escribir este libro sobre el perdón. Hay una
sola forma de librarnos de esa esclavitud y es cuando realmente entendemos el
perdón de Dios y lo hacemos parte de nuestra vida. Sólo entonces podremos gozar
de la libertad resultante, y vivir la vida cristiana a plenitud.
¿QUE ES EL PERDON? Perdón
es la "acción de liberar a alguien de una obligación para con usted que es
el resultado de una mala acción que lo perjudicó". Por ejemplo, una deuda
es perdonada cuando usted libera al deudor de su obligación de pagarle lo que le
debe.
El perdón, entonces,
comprende tres elementos: una herida, una
deuda que resulta de la herida, y la cancelación o anulación de dicha deuda.
Para que haya perdón estos tres elementos son esenciales. Antes de proseguir
adelante, necesitamos revisar la continuidad de los eventos que causaron la
esclavitud cuando no se encontraban presentes estos tres elementos. Esto es
importante porque creo que la mayoría de las personas que tienen un espíritu que
no perdona, no saben que la falta de perdón es la raíz de su problema.
Lo único que saben es
que no pueden soportar estar alrededor de ciertas personas. Se sienten con el
deseo de responder mordazmente a la gente cuando se discuten ciertos asuntos.
No están cómodos alrededor de ciertos tipos de personalidades, y se irritan por
insignificancias. Constantemente luchan con la culpa por pecados cometidos en
el pasado. No pueden salir de la ambivalencia de odiar a los que ellos saben
que deberían amar más. Tales sentimientos y normas de comportamiento indican a menudo
que la gente no ha enfrentado y solucionado el asunto del perdón de Dios y sus
consecuencias. (EL PERDÓN Y LA
LIBERTAD – CAP. 1)