“para que en el nombre
de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra,
y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor...” Filipenses 2:10-11
La respuesta adecuada a la exaltación de Cristo es
adorarle.
Filipenses 2:10-11 da la única respuesta correcta ante la
exaltación de Cristo: todos debemos inclinarnos ante Él y reconocerle como
Señor. El verso 10 comienza con la palabra griega (hina) "para que" lo que indica el propósito o resultado.
El propósito expreso de Dios es que la exaltación de Cristo resultará en
nuestra adoración a Él. Podríamos traducir la oración así: le fue dado el
nombre que es sobre todo nombre para que en el nombre de Jesús toda rodilla se
doble y toda legua confiese que Jesucristo es Señor. La razón por la cual a
Cristo se le dio el nombre de Señor fue para ponerlo en autoridad y provocar
que todos se inclinen ante Él. El modo subjuntivo "toda rodilla se
doble" implica que toda rodilla se doblará.
Cristo debe ser reconocido como Señor porque Él es Dios.
Por la gracia de Dios algunos son capacitados para reconocer el señorío de
Cristo por elección. Otros se inclinarán ante Él debido a que serán forzados a
hacerlo. Las frases "se doble toda rodilla" (v 10) y "toda lengua
confiese" (v 11) se tomaron de Isaías 45:23. Isaías 45-46 claramente
establece que Dios es Señor y Soberano. Él está a cargo. En Filipenses, Pablo
afirma la misma verdad de Jesucristo: toda rodilla se doblará y toda lengua
confesará que Él es Señor de todo.
Conocemos a Cristo como Señor y lo conocemos como Jesús,
los nombres de Su exaltación y humillación. Pero debe ser conocido como ambos
para poder ser conocido.
Uno recibe el regalo de la salvación al recibir al
Salvador, humillado y al doblar las rodillas ante el majestuoso, soberano Dios.
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO")
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO")