"que gobierne en vuestros corazones la paz de Cristo..."
(Colosenses 3:15 CST)
No te saltes el
semáforo en rojo. Discernir el tiempo propicio es muy importante cuando estás
buscando la voluntad de Dios. Espera hasta que Él abra la puerta, porque
"...cuando abre nadie puede cerrar y cuando cierra nadie puede abrir"
(Apocalipsis 3:7 DHH). La impaciencia, el actuar con independencia de Dios o el
apresurarte a hacer algo sin estar seguro te meterá en problemas. Dios no pide
tu opinión, sino tu obediencia. Y las luces rojas son parte de su estrategia.
Una puerta cerrada es tan importante como una abierta cuando Dios está en
control. Él le cerró puertas a Pablo en Asia y Bitinia pero luego le abrió las
de Macedonia (Hechos 16:6-10). Haz caso al pitido del árbitro. La función del Espíritu Santo es vital;
solamente Él conoce la mente de Dios y aclara las incógnitas de la búsqueda.
Jesús dijo:
"...Cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la
verdad... y os hará saber las cosas que
habrán de venir" (Juan 16:13). Haz que tu sensibilidad al Espíritu Santo
aumente cada día conforme le consultas en pequeños asuntos. Recuerda que no
tienes por qué ser una autoridad en teología; ya estás cualificado para
hacerlo. La Biblia dice: "Los hijos de Dios se dejan guiar por el Espíritu
de Dios" (Romanos 8:14 PDT). Él te infundirá una gran paz interior cuando
estés en el camino correcto. "La paz de Dios gobierne [haga de árbitro] en
vuestros corazones [decidiendo con convencimiento todas las preguntas que
surgen en la mente]..." (Colosenses 3:15). Que la paz de Dios en tu corazón
sea la que tome las decisiones a lo largo del camino. De ese modo nunca te
equivocarás.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")