lunes, 31 de diciembre de 2018

Siendo un administrador sabio 31 diciembre





“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan.” Mateo 6:19



La riqueza viene de Dios y debemos administrarla sabiamente para Él.

John Wesley fue un hombre de Dios que dedicó su vida a servir al Señor. Lo que quizá no se conoce mucho de él es que era rico, ganó la mayoría de su riqueza de sus himnos publicados y otras obras. En un punto en su vida donó 40,000 libras esterlinas, una fortuna en aquellos días. Cuando murió, su fortuna era sólo de 28 libras esterlinas, pues casi todo lo había dado a la obra del Señor.

No estaba mal para Wesley, o para cualquier creyente, poseer bienes o ser rico. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento reconocen el derecho de las posesiones materiales, incluyendo dinero, tierra, animales, casas, vestimenta y cualquier otro tipo de bien adquirido honestamente. Deut 8:18 dice: “acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas”. Dios nos da las habilidades y recursos para obtener la riqueza. Job conocido por su sufrimiento, fue un hombre rico. El teólogo Gleason Archer escribió: “Job fue famoso por ser el hombre más rico en su época en toda la región, fue el mayor accionista de Wall Street por así decirlo. Por lo tanto se puede decir que este hombre de Dios había demostrado ser un buen hombre de negocios, un buen ciudadano y  padre de una familia numerosa. Así que gozaba la posición más alta que cualquier hombre en su comunidad”. En 1ª Cor 4:7 el apóstol Pablo pregunta: “¿Qué tienes que no hayas recibido?”. La implicación es que hemos recibido todo, incluyendo nuestras posesiones materiales, de Dios.

Estás en lo correcto al proveer para tu familia, hacer planes razonables para el futuro, hacer inversiones sabias, tener dinero para llevar un negocio, dar al pobre y sostener la obra de Dios. Pero estás equivocado si eres deshonesto, avaro, codicioso, tacaño y miserable en cuanto a las posesiones. El ganar honestamente, guardar y dar es sabio, acumular y gastar solamente en ti no es sabio y es pecaminoso.



JOHN MACARTHUR – (DEV. “VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)









TRADUCCIÓN