“Una cosa he pedido al Señor; ésta buscaré: que
more yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la
hermosura del Señor y para inquirir en su templo.” Salmos 27:4 (Leer Lucas
10:38-42)
Por lo general
nuestros trabajos nos permiten llevar una vida laboral tranquila y productiva;
no obstante, dependiendo de las situaciones esto puede cambiar, ya sea porque
nos han dado un ascenso, existe un problema con los recursos humanos con los
que cuenta la empresa, existe recarga de trabajo o porque queremos hacer cambios
para mejorar nuestra vida. Cuando estas vivencias ocurren podemos empezar a
sentir los estragos del estrés, y las actividades que normalmente hacíamos con
facilidad podrían comenzar a complicarse.
Ante
situaciones de estrés las personas reaccionan de formas muy distintas; por
ejemplo algunas no lo pueden resistir, se alteran y literalmente estallan,
dejan sus responsabilidades y renuncian. Otros reaccionan haciendo de forma más
lenta sus tareas, quejándose continuamente mientras hacen sus trabajos, y
haciendo literalmente, que las personas a su alrededor deseen que renuncien
para no tener que soportar más un ambiente tan negativo. Otros realinean su
perspectiva, analizando los pros y contras de las nuevas actividades y con ello
toman las decisiones más sabias para su vida, tal y como le aconsejó Jesús a
Marta en Lucas 10:38-42.
En esta
historia Jesús se dirige a Betania para visitar a Marta y María. Antes y
durante la llegada del maestro, Marta se preocupa mucho por los preparativos
para recibirlo (Lucas 10:40), y Jesús le enseña a Marta que está equivocada, le
muestra que su hermana María decidió hacer lo mejor (v. 42).
Al igual que
Marta, posiblemente nosotros estamos involucrados en muchas actividades a la
vez, e incluso demasiado atareados en el servicio a nuestro Señor, lo cual
provoca que olvidemos lo más importante: la comunión con el Señor.
1. ¿Te sientes demasiado abrumado? Si
esto te está ocurriendo, debes pensar si tus prioridades son las correctas,
habla con Dios y pídele que aclare tu mente, Él a su tiempo te dará la
perspectiva correcta.
2. Si deseas tener equilibrio en tu vida,
apóyate en Jesús.
HG/MD -
(DEVOCIONAL DIARIO “MI DEVOCIONAL”)