“Ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios,
se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samari-tanos anunciaron
el evangelio. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: ‘Levántate y ve
hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es
desierto.’” Hechos 8:25-26 (Lea Hechos 8:25-40)
Un ángel se le apareció
de pronto a Felipe. A mí nunca se me ha aparecido un ángel. No conozco a nadie
que se le haya aparecido un ángel. Puede que preguntes: “¿Dios todavía obra
mediante los ángeles hoy en día?”. Y la respuesta es un resonante “¡Sí! ¡Sí, lo
hace!”. Pero no siempre son visibles. El ministerio de los ángeles, de acuerdo
a la Biblia, ocurre todo el tiempo. Hay ángeles que ministran mandados a servir
a aquellos que son herederos de la salvación (Hebreos 1:14). Todos nosotros
estamos siendo tocados y afectados por el ministerio de ángeles, pero no los
vemos. Ha habido experiencias bien documentadas e incidentes de la aparición de
ángeles grabados en la historia de la iglesia. Yo creo que, al acercarnos más a
los días del regreso de Jesucristo, es posible que veamos un regreso de
manifestaciones angélicas.
Aquí hay una agencia
inesperada mediante la cual obra el Espíritu Santo. Un ángel se le aparece a Felipe y le da una orden inexplicada a que
vaya al sur y tome el camino que lleva desde Jerusalén a Gaza. No podía
haber elegido un pedazo de carretera más vacío. Es una carretera desierta. No
hay ciudades o pueblos ahí. La cosa maravillosa para mí es la bella forma en la
cual Felipe obedeció esta orden del ángel. No dijo: “Bueno, pues tengo que orar
sobre esto”. No se dijo a sí mismo: “Bueno, me pregunto si este es un llamado a
servir en un campo de servicio más grande”. Simplemente fue; eso es todo. Dejó
el despertar que estaba ocurriendo en Samaria, con sus demandas de
entrenamiento y enseñanza. Se levantó y bajó al camino desierto.
Esta es una bella
imagen para nosotros de lo que podemos llamar “el viento de Dios”, la soberana
dirección del Espíritu Santo, y de la aventura que siempre es característica de
alguien que está siendo guiado por el Espíritu Santo. Los versículos 25 y 26
son crónicas de actividad llena del Espíritu. Pedro y Juan estaban obedeciendo
al Espíritu Santo cuando testificaron, profetizaron y evangelizaron. Pero
Felipe también está obedeciendo al Espíritu Santo cuando está siendo mandado
por el ángel a un sitio desierto. Ambos son parte de la vida llena del
Espíritu.
Esto necesita quedar
claro porque tenemos una tendencia a irnos a extremos. El Espíritu a menudo guía a través de lo ordinario, lo usual, y puede
ser muy efectivo en esa manera. Pero eso no es la única forma. Esta es la
lección que Dios nos está enseñando siempre. Esta es la estrategia creativa del
Espíritu Santo, la libertad de interferir, la libertad de anular el programa y
de cambiarlo y de hacer algo nuevo. La iglesia ha sufrido terriblemente por
descontar eso, por organizarlo todo tanto que no dejan espacio para que el
Espíritu de Dios se mueva.
ORACIÓN. Padre, gracias por la soberana habilidad del Espíritu Santo a dirigirme en maneras que no puedo predecir. ¡Qué nota de entusiasmo es esto para mí, Señor! Qué gloriosa sensación de expectación es mía al constantemente preguntarme cuándo vas a interferir y a hacer algo inusual en mi vida de nuevo.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Es “el viento bajo nuestras alas” el Espíritu Santo, o estamos guiados por el capricho, o por alguna otra motivación menor? ¿Nos estamos perdiendo la maravilla y el asombro de ser guiado por el Espíritu del Dios vivo?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Padre, gracias por la soberana habilidad del Espíritu Santo a dirigirme en maneras que no puedo predecir. ¡Qué nota de entusiasmo es esto para mí, Señor! Qué gloriosa sensación de expectación es mía al constantemente preguntarme cuándo vas a interferir y a hacer algo inusual en mi vida de nuevo.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Es “el viento bajo nuestras alas” el Espíritu Santo, o estamos guiados por el capricho, o por alguna otra motivación menor? ¿Nos estamos perdiendo la maravilla y el asombro de ser guiado por el Espíritu del Dios vivo?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")