“...no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de
los hombres.” Mateo 16:23
El apóstol Pedro es un
claro ejemplo de la lucha entre la vida egocéntrica y el centrarse en Cristo.
Justo después de que Pedro confesó la verdad fundamental de que Jesucristo es
el Mesías, el Hijo del Dios viviente (Mat 16:13-16), se encontró a sí mismo
ligado con los poderes de las tinieblas. Habiendo bendecido a Pedro por su
noble confesión, Jesús le anunció a él y a los otros discípulos el sufrimiento
y la muerte que le esperaban en Jerusalén. "Entonces Pedro, tomándolo
aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en
ninguna manera esto te acontezca" (v. 22). "Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí,
Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino
en las de los hombres." (v. 23).
La reprensión memorable
de Jesús pareciera muy severa. Pero el hecho de que Él identificara a Satanás
como la fuente de las palabras de Pedro describe precisamente y apropiadamente
el carácter del consejo que Pedro trataba de darle: sálvate a ti mismo a toda
costa. Sacrifica el deber por el interés personal, la causa de Cristo a la
conveniencia personal. El consejo de
Pedro era un principio satánico, pues el objetivo principal de Satanás es
promover el interés propio como el principal fin del hombre. Satanás es
llamado el "príncipe de este mundo" porque el interés propio domina
al mundo secular. Es llamado el "acusador de los hermanos" porque no
cree que aun un hijo de Dios tenga un motivo mayor que la autocomplacencia. Casi puedes escucharlo siseando: "Todos los hombres son egoístas de
corazón y tienen su precio. Algunos pueden aguantar más que otros, pero al
final todos los hombres preferirán sus propias cosas a las cosas de Dios".
Ese es el credo de
Satanás y desafortunadamente la vida de muchos cristianos valida sus
declaraciones. Satanás los ha engañado para que piensen que se están sirviendo
a ellos mismos cuando de hecho están sirviendo al mundo, la carne y al diablo.
Pero la cosmovisión cristiana tiene un centro distinto. Jesús confronta
nuestras redes humanistas y egoístas y ofrece la perspectiva de la Cruz. Sólo de este
centro puedes escapar de la esclavitud del cual cuya única intención es robar,
matar y destruir (Juan 10:10).
ORACIÓN. Padre amado, ayúdame a dejar las actitudes y acciones egoístas para tomar mi cruz y servirte.
NEIL ANDERSON - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)
ORACIÓN. Padre amado, ayúdame a dejar las actitudes y acciones egoístas para tomar mi cruz y servirte.
NEIL ANDERSON - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)