“Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se
alejaron de tu ley. Cercano estás tú, oh Jehová, y todos tus mandamientos son
verdad.” Salmos 119:150-151
Hay una verdad
gloriosa en este pasaje que puede cambiar tu vida, brindarte paz y darte
descanso más allá de cualquier cosa que hayas experimentado. Como puedes ver,
una vez que comprendes la verdad de la cercanía constante de Dios hacia ti, que
él te ama y está continuamente cerca de ti, ¡todo temor y ansiedad debe
desaparecer!
En este texto,
David ve que los malvados se acercan cada vez más en un intento de arruinarlo y
destruirlo. Él está diciendo: “Los pecadores viles, corruptos y conspiradores
están decididos a destruirme por completo y están ganando ventaja sobre mí.
Están alrededor de mí y su poder está aumentando”.
Todos tenemos
un enemigo así: el enemigo de nuestras almas, el diablo. Él siempre ha tenido
un solo propósito: destruir la obra de Dios y seducir y desalentar a su pueblo.
Satanás no
estará satisfecho hasta ver la ruina total y la caída de cada ministerio
piadoso, iglesia y verdadero amante de Jesús. Los espíritus demoníacos de
Satanás no son sólo diablillos pícaros que andan haciendo la vida miserable.
No, el propósito de Satanás es mucho más serio que eso. Él está empeñado en la
destrucción total de la Iglesia de Jesucristo. Su único objetivo es cortarnos,
derribarnos y dejar nada más que un recuerdo.
El diablo fue
descarado en este propósito, inclusive con Jesús. Él tomó pasos atrevidamente
malignos al tentar al Hijo de Dios. Satanás intentará todo lo que esté en su
poder para destruir todo lo que es justo y santo. ¡Y él nunca se detiene!
Siempre hay un plan del infierno.
Lo que tú puedes
estar pasando es común a las multitudes. Qué bueno saber que Dios está más
preparado para cumplir sus promesas que el diablo para arruinarte. ¡De hecho,
cuanto más se acerca el enemigo, más cerca está el Señor!
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)