(Leer Génesis 35-36; Marcos 6; Job 2; Romanos 6)
Una cosa es
resistir con firme lealtad cuando las pérdidas, aunque dolorosas, son todas
externas, pero, sin embargo, es muy diferente hacerlo cuando uno pierde su
salud (Job 2).
Algunas reflexiones:
(1) Seguimos hablando del sufrimiento
inocente. Dios mismo declara acerca de Job: “No hay en la tierra nadie como él;
es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque
tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme
su integridad!” (2:3).
(2) Llegados a este punto, Dios ha
demostrado que Satanás está equivocado: la lealtad de Job no está condicionada
por un vulgar trueque interesado. Aquí tenemos un hombre recto y fiel aunque le
hayan arrancado su riqueza e incluso todos sus hijos. Eso es lo que induce a
Satanás a subir la apuesta: “Extiende la mano y hiérelo, ¡a ver si no te
maldice en tu propia cara!” (2:5). Por tanto, se presenta un nuevo nivel de
sufrimiento totalmente inocente y se establece el escenario para el resto del
libro.
(3) Los creyentes deben hacer preguntas
dolorosas en este punto. ¿No parece que Dios esté utilizando a Job en algún
experimento fantástico? ¿Por qué debía perder este pobre hombre su riqueza,
familia, salud y (como comprobaremos) reputación, simplemente para demostrar
que Dios tenía razón en un desafío que este bien podía haber ignorado?
Esta pregunta
podría dar lugar a un libro muy largo. No tengo respuestas definitivas ni
exhaustivas. No obstante, deberíamos tener en mente algunas cosas.
(a) Pertenecemos a Dios. Él puede hacer
con nosotros lo que desee. Hay algo muy dentro de nosotros que se rebela cuando
se nos recuerda esta verdad elemental. De hecho, nuestra rebelión por ello
manifiesta lo mucho que aún seguimos queriendo ocupar el centro del universo,
con Dios a nuestro servicio. Este deseo es el fundamento de toda idolatría.
(b) Supongamos que Job hubiese conocido el
acuerdo entre Dios y Satanás. Un hombre inferior pudo haberse quejado de forma
violenta, pero al menos es plausible pensar que Job hubiese utilizado esa
información para dotar a su sufrimiento de profundo significado, haciéndolo así
más fácil de soportar. Es posible que hubiese considerado que este estaba
vinculado a una lucha cósmica más grande entre el bien y el mal.
(c) Otros factores a tener en mente deben
esperar al final del libro de Job, de hecho, al de la Biblia. Volveremos a
tratar algunos de estos asuntos en el devocional del 13 de marzo.
(4) Job se enfrenta ahora a una dolorosa y
degradante crisis física, al abandono emocional por parte de su mujer y a la
llegada de los tres miserables amigos. El sufrimiento inocente es enormemente
difícil de soportar; aún es peor cuando todo apoyo emocional demuestra ser
inútil.
DONALD CARSON A. - (DEVOCIONAL "POR AMOR A
DIOS II")