"Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra." lsaías 58:14
Los que vuelan por los
aires en las naves aéreas nos dicen, que una de las primeras reglas que tienen
que aprender es el girar su nave hacia el viento y volar contra el mismo. El
viento eleva la nave a alturas más elevadas. ¿Dónde han aprendido eso? Lo han
aprendido de los pájaros. Si un pájaro vuela por placer, sigue la dirección del
viento. Pero si el pájaro encuentra peligro, gira hacia un lado y se enfrenta
con el viento para que lo eleve más, y vuela hacia el mismo sol.
Los vientos de Dios son
los sufrimientos, Sus vientos contrarios, algunas veces Sus vientos fuertes.
Son los huracanes de Dios, pero ellos toman la vida humana y la elevan a
niveles más elevados y hacia los cielos de Dios.
¿Has pasado por alguno
de esos días de verano en que la atmósfera ha sido tan opresiva que apenas si
has podido respirar? Pero después ha
aparecido una nube en el horizonte del oeste, la cual ha aumentado y ha
arrojado grandes bendiciones para el mundo. Se levantó la tormenta, relució
el relámpago y resonó el trueno. La tormenta cubrió el universo y la atmósfera
se esclareció; en el aire hubo una nueva vida y el mundo cambió.
Con la vida humana
sucede exactamente lo mismo. Cuando viene la tormenta, cambia la atmósfera, se
aclara y llena con una nueva vida y una parte celestial desciende a la tierra. -SELECCIONADO-.
Las dificultades deben
hacernos cantar. El viento produce su sonido no cuando se precipita por plena
mar, sino cuando es obstacularizado por las ramas estiradas del pino o cortado
por las cuerdas finas de una arpa aeoliana. Entonces produce canciones bellísimas.
Coloca tu alma a través de los obstáculos de la vida, en los bosques terribles
del dolor, aun contra las más pequeñas dificultades y enojos que utiliza el
amor, y ella también producirá música celestial. -SELECCIONADO-.
L. B. COWMAN - (DEV. "MANANTIALES EN EL DESIERTO")
L. B. COWMAN - (DEV. "MANANTIALES EN EL DESIERTO")