“De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2ª Corintios 5:17
Ser cristiano
no es sólo una cuestión de conseguir algo, es una cuestión de ser alguien. Un
cristiano no es simplemente una persona que obtuvo perdón, que va a ir al
cielo, que tiene al Espíritu Santo, que obtiene una nueva naturaleza. Un
cristiano, en términos de nuestra identidad más profunda, es un santo, un hijo
nacido espiritualmente de Dios, una obra maestra divina, un hijo de luz, un
ciudadano del cielo. Ser nacido de nuevo te transformó en alguien que no
existía antes. Lo que recibes como cristiano no es el punto, sino quién eres.
No se trata de lo que haces como cristiano lo que determina quién eres, es
quien eres lo que determina lo que haces (2ª Cor 5:17, Efesios 2:10, 1ª Ped
2:9-10, 1ª Juan 3:1-2).
Entender tu
identidad en Cristo es absolutamente esencial para tu éxito en la vida
cristiana. Ninguna persona puede comportarse consisten-temente de una forma que
es inconsistente con la forma en que se percibe a sí mismo. Si tú crees que
eres un bueno para nada, probablemente vivirás como un bueno para nada. Si te ves a ti mismo como un hijo de Dios
que está vivo espiritualmente en Cristo, comenzarás a vivir en victoria y
libertad como Él vivió. Junto a un conocimiento de Dios, un conocimiento de
quién eres, es por mucho la verdad más importante que posees.
Después de años
de trabajar con gente que está en profundo conflicto espiritual, he encontrado
un denominador común: ninguno de ellos sabía quién era en Cristo. Ninguno
conocía su herencia espiritual. Todos cuestionaban su salvación y el amor de
Dios. ¿Estás consciente de que hay alguien vivo y activo en el mundo hoy que
está puesto en tu contra para que no puedas verte como vivo espiritualmente y
completo en Cristo? Satanás no puede hacer nada para dañar tu posición en
Cristo. Pero él te puede engañar para que creas su mentira: que no eres
aceptable a Dios y que nunca harás nada como cristiano, entonces vivirás tu
vida como si no tuvieras posición o identidad en Cristo.
ORACIÓN. Padre celestial, tomo mi posición como
hijo de Dios en Cristo, gracias por darme esta posición de gracia e inmerecida,
en el nombre de Jesús, amén.
NEIL ANDERSON - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)