miércoles, 3 de enero de 2018

Libro de Oro 3 enero




LA SANTIDAD SIGNIFICA OBEDIENCIA TOTAL A CRISTO


1. La Escritura no enseña solamente el principio de la Santidad, sino que también nos dice de Cristo es el camino a este principio. Puesto que el padre nos ha reconciliado consigo mismo por medio de Cristo, nos ordena que seamos conformados a su imagen. A aquellos que piensan que los filósofos tienen un sistema mejor de conducta, les pediría que nos muestren un plan más excelente que obedecer y seguir a Cristo. La virtud más sublime de acuerdo a los filósofos es vivir la vida de la naturaleza, pero la Escritura nos enseña a Cristo como nuestro modelo y ejemplo perfecto. Debiéramos exhibir el carácter de Cristo en nuestras vidas, pues ¿Qué puede ser más efectivo para nuestro testimonio y de más valor para nosotros mismos?

2. El Señor nos ha adoptado para que seamos sus hijos bajo la condición de que revelemos una imitación de Cristo, quien es el Mediador de nuestra de nuestra adopción. A menos que nos consagremos devota y ardientemente a la justicia de Cristo, no solo nos alejaremos de nuestro Creador, sino que también estaremos renunciando voluntariamente a nuestro Salvador.

3. La Escritura acompaña su exhortación con las promesas sobre las incontables bendiciones de Dios y el hecho eterno y consumado de nuestra salvación. Por lo tanto puesto que Dios se ha revelado a si mismo como un padre, si no nos comportamos como sus hijos somos culpables de la ingratitud más despreciable. Puesto que Cristo nos ha unido a su cuerpo como miembros, debiéramos desear fervientemente no desagradarle en nada. Cristo, nuestra cabeza, ha ascendido a los cielos; por lo tanto debiéramos dejar atrás los deseos de la carne y elevar nuestros corazones a Él. Puesto que el Espíritu Santo nos ha dedicado como templos de Dios, propongámonos en nuestro corazón no profanar Su Santuario, sino manifestar su gloria. Tanto nuestra alma como nuestro cuerpo están destinados para heredar una corona incorruptible. Debemos entonces, mantener ambos puros y sin mancha hasta el día de nuestro Señor. Estos son los mejores fundamentos para un código correcto de conducta Santa. Los filósofos nunca se elevan por sobre la dignidad natural del hombre, pero la Escritura nos señala a nuestro Salvador, sin mancha, Cristo Jesús. (Ver Rom. 6: 4; 8:8:29)



JUAN CALVINO - (DEV. "EL LIBRO DE ORO DE LA VERD.")









TRADUCCIÓN