“Así que ya no son más dos, sino una sola carne.
Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.” Mateo 19:6 (Leer:
Génesis 2:18-25)
Sin duda a
algunas personas les gustaría que el matrimonio no fuera para siempre. La
mayoría de votos matrimoniales contienen las siguientes promesas: “En las
buenas y en las malas… hasta que la muerte nos separe”, para algunos estas
palabras suenan demasiado arriesgadas.
Un ministro muy
liberal y hasta por qué no decirlo, hereje, decía que el matrimonio tal y como
lo conocemos está obsoleto. No obstante; muchos estudios han comprobado que las
personas casadas que apartan tiempo para el Señor en sus vidas matrimoniales,
tienden a ser más felices y saludables.
Dios estableció una institución muy especial al
crear el matrimonio, ya que como seres humanos necesitamos apoyo y realización
de un plan de vida en común con otra persona. En Génesis 2:18 Dios nos dijo lo
siguiente: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”.
Él no es
solamente el creador y arquitecto del matrimonio, sino también quien lo
mantiene unido. Un matrimonio debe estar integrado por tres personas: una
esposa, un esposo y Dios. La base del matrimonio, ha de ser el compromiso de
amar y honrar al Señor.
1. ¿Es Jesús la tercera persona que
compone tu matrimonio? Tan sólo Él, puede darle la estabilidad duradera que
necesita tu relación. Como matrimonio deben dejar que Jesús les muestre el
camino a seguir, por medio del estudio de su Palabra y la oración diaria.
2. Si quieres que tu matrimonio perdure,
debes poner a Cristo en el centro de tu relación.
MD/HG -
(DEVOCIONAL DIARIO “MI DEVOCIONAL”)