viernes, 5 de enero de 2018

Manantiales 5 enero





"¡Ayúdanos, oh Jehová, Dios nuestro, porque nos apoyamos en ti, y en tu nombre salimos contra esta multitud!" 2 Crónicas 14:11


Recuerda a Dios de Su gran responsabilidad. Hay una traducción que lo expresa con estas palabras: "No hay ningún otro excepto Tú que ayude.” Las ventajas contra Asa eran enormes. Había un millón de hombres en armas contra él y además trescientos carruajes. Parecía imposible que él pudiese defenderse contra aquella multitud. No tenía ningunos aliados que pudieran venir en su ayuda; por lo tanto, su sola esperanza estaba en Dios. Puede ser que tus dificultades hayan llegado a tal extremo, que te hayas visto obligado a renunciar a la ayuda de aquellos a quienes recurriste en pruebas menores y vengas en busca del Amigo Todopoderoso.

Pon a Dios entre ti y el enemigo. Por la fe de Asa, parece ser que Dios se interpuso entre él y el poder de Zera. El no estaba equivocado. Se nos dice que los etíopes fueron destruidos delante de Dios y delante de Su ejército, como si combatientes celestiales se hubiesen arrojado contra el enemigo ayudando a Israel y poniendo en huída la mayor parte del ejército, así que Israel solo tuvo que perseguirlo y recoger los despojos. Nuestro Dios es Jehová de los ejércitos, quien puede en cualquier momento reunir refuerzos inesperados para ayudar a Su pueblo. Cree que El está entre ti y tu dificultad y lo que a ti puede vencerte huirá delante de El, como las nubes delante del viento fresco. -F. B. MEYER-

Abraham creyó a Dios, y dijo a la vista, "¡Ponte atrás!" a las leyes naturales, "¡Guardad paz!" y a un corazón dudoso, "¡Silencio, tentador mentiroso!" El creyó a Dios. -JOSEPH PARKER-

Cuando hemos oído la voz de Dios, podemos contestar a toda voz, circunstancia, o ley contraria a Su palabra, como contestó Abraham: ¡Silencio, tentador mentiroso!"



L. B. COWMAN - (DEV. "MANANTIALES EN EL DESIERTO")









TRADUCCIÓN