“Jesús dijo: ‘Si el mundo los aborrece, sepan que a
mí me ha aborrecido antes que a ustedes.’” Juan 15:18
Cuando
recibimos a Jesucristo como Señor y Salvador, es probable que amigos, o incluso
familiares, se pongan en contra nuestra. Pero al convertirnos en hijos de Dios,
el Espíritu Santo nos da la fuerza para vivir en santidad, alejándonos de las
malas intenciones y acciones de quienes nos rodean. De hecho, el no estar
involucrados en actividades que disgustan a Dios puede causar que, quienes se
oponen a nuestra fe, nos odien aún más.
Jesucristo lo
sabía. Él vino a este mundo para morir por nuestros pecados, pero aun así el
mundo lo odió. Jesús dijo: "Ningún siervo es más que su amo" (Juan
15:20ª). Este mundo odió a nuestro amo, y ciertamente nos odiará a nosotros.
Al vivir vidas santificadas y servir a Jesucristo,
somos bende-cidos. Está escrito: "Bienaventurados serán ustedes
cuando, por causa del Hijo del Hombre, la gente los odie, los segregue, los
vitupere, y menosprecie su nombre como algo malo." (Lucas 6:22).
Si el mundo los
odia, no se desanimen. Confíen en la guía del Espíritu Santo, perseveren en la
lectura de la Palabra de Dios, y tengan presente el premio que los aguarda en
el cielo y que es suyo a través de la fe en Jesucristo. "Todo el mundo los
odiará a ustedes por causa de mi nombre, pero el que se mantenga firme hasta el
fin será salvo" (Marcos 13:13).
Esta es la
promesa que Dios nos ha dado.
ORACIÓN: Padre celestial, gracias por la fuerza
que nos ayuda a mantenernos firmes frente a la persecución del mundo. Gracias
por las bendiciones que nos otorgas cuando somos odiados por los hombres.
Protégenos con tus brazos poderosos, y danos paz. En el nombre de Jesucristo.
Amén.
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Biografía del
autor: Esta devoción fue escrita por un voluntario de las oficinas de Cristo
Para Todas Las Naciones en Vietnam. Conocida como "La voz de la
esperanza," dicha oficina ha operado en la ciudad de Ho Chi Minh desde
1999.
CRISTO PARA TODAS LAS N. - (DEV. “ALIMENTO DIARIO”)