“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni
recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas?” Mateo
6:26
Puedo imaginarme a
nuestro Señor parado en una colina en Galilea, mirando el hermoso extremo norte
del mar, la brisa ondulante en el agua, el sol brillante en el cielo. La gente
se estaba reuniendo a Sus pies. Mientras les hablaba, algunas aves quizá
volaban a través del cielo.
Nuestro Señor le da
vida a cada ave del cielo y también sustenta a cada una, Él no le dice a las
aves "les he dado vida, ahora arréglenselas para mantenerla" y las
aves no se juntan y dicen "tenemos que idear una estrategia para
mantenernos con vida". Las aves no tienen conciencia, ni procesos
cognitivos, ni habilidad de razonar. Pero
Dios les ha dado un instinto para que tengan la capacidad divina de encontrar
lo que es necesario para vivir. Dios no solamente crea la vida, Él la
sustenta.
En Mateo 6:26 Jesús le
preguntó a la gente "¿no son ustedes mucho más valiosos que las
aves?" Él estaba argumentando desde lo menos a lo más. Ningún pájaro fue
creado a la imagen de Dios o diseñado para ser coheredero con Cristo por la
eternidad. Jesús estaba diciendo "si Dios sustenta la vida de un pájaro
(lo menos) ¿no crees que Él cuidará de ti (lo más)?" La provisión de Dios,
por supuesto, no es excusa para la pereza del hombre. Un pájaro tiene que
trabajar para conseguir comida y tú tienes que trabajar para conseguir la tuya.
Eso es porque Dios ha diseñado que el hombre coma pan por el sudor de su frente. (Gen 3:19). Si no trabajas, no
comas (2ª Tes 3:10). Así como Dios provee para los pájaros a través de su
instinto, también Dios te proveerá a través de tu esfuerzo.
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO")
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO")