“y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.” 1ª Corintios 15:8
El poder de la resurrección de Cristo transformó a Pablo en un predicador del Evangelio.
A lo largo de la historia, testimonios confiables acerca de una persona o evento han sido una de las formas más aceptables de evidencia en la corte. El apóstol Pablo apela al registro de testigos como una confirmación importante de la realidad de la resurrección. Él cita los ejemplos de Pedro, de los apóstoles (dos veces), de 500 creyentes y de Santiago (1ª Cor 15:5-7). Y con el verso de hoy, Pablo se presenta a sí mismo como un testigo especial del hecho de la resurrección de Jesús. El caso de Pablo fue único. Él no estuvo entre los apóstoles originales, ni entre los otros 500 creyentes, todos los cuales tuvieron oportunidades de estar con el Señor durante Su ministerio terrenal y/o verlo justo después de que resucitó. Pablo no era ni siquiera cristiano durante sus primeros años de vida o carrera, era más bien líder de aquellos que persiguieron a la iglesia primitiva.
Además la situación de Pablo fue diferente porque la aparición de Cristo a él no sólo fue después de Su resurrección, sino después de Su ascensión. La manifestación dramática del Señor al apóstol fue probablemente varios años después del período de los cuarenta días de Sus muchas otras apariciones. Pablo genuinamente vio el tiempo de la aparición de Jesús a él como “un abortivo” . Nosotros sabemos que se regocijó grandemente en su conversión, pero si no hubiera visto al Salvador resucitado entonces o en otro tiempo, Pablo no se hubiera convertido en apóstol. En otras palabras, por gracia, y provisión soberana, Dios escogió a Pablo para ser apóstol debido a que Jesús “me apareció a mí” El veterano opositor de la iglesia ahora era como los Doce (había visto a Cristo resucitado).
El poder de la resurrección siempre es lo suficientemente fuerte para cambiar una vida. Transformó la vida de Pablo en tres aspectos principales. Primero, él reconoció su pecado y vio lo lejos que estaba la religión externa de la santidad interna. Segundo, su carácter fue revolucionado. Pasó de un odio a las cosas de Cristo a un amor por la verdad. Finalmente, la energía y motivación personales de Pablo fueron completamente redirigidas. Pasó de ser un celoso opositor de los cristianos a uno que fervientemente sirvió y apoyó a la iglesia.
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)
A lo largo de la historia, testimonios confiables acerca de una persona o evento han sido una de las formas más aceptables de evidencia en la corte. El apóstol Pablo apela al registro de testigos como una confirmación importante de la realidad de la resurrección. Él cita los ejemplos de Pedro, de los apóstoles (dos veces), de 500 creyentes y de Santiago (1ª Cor 15:5-7). Y con el verso de hoy, Pablo se presenta a sí mismo como un testigo especial del hecho de la resurrección de Jesús. El caso de Pablo fue único. Él no estuvo entre los apóstoles originales, ni entre los otros 500 creyentes, todos los cuales tuvieron oportunidades de estar con el Señor durante Su ministerio terrenal y/o verlo justo después de que resucitó. Pablo no era ni siquiera cristiano durante sus primeros años de vida o carrera, era más bien líder de aquellos que persiguieron a la iglesia primitiva.
Además la situación de Pablo fue diferente porque la aparición de Cristo a él no sólo fue después de Su resurrección, sino después de Su ascensión. La manifestación dramática del Señor al apóstol fue probablemente varios años después del período de los cuarenta días de Sus muchas otras apariciones. Pablo genuinamente vio el tiempo de la aparición de Jesús a él como “un abortivo” . Nosotros sabemos que se regocijó grandemente en su conversión, pero si no hubiera visto al Salvador resucitado entonces o en otro tiempo, Pablo no se hubiera convertido en apóstol. En otras palabras, por gracia, y provisión soberana, Dios escogió a Pablo para ser apóstol debido a que Jesús “me apareció a mí” El veterano opositor de la iglesia ahora era como los Doce (había visto a Cristo resucitado).
El poder de la resurrección siempre es lo suficientemente fuerte para cambiar una vida. Transformó la vida de Pablo en tres aspectos principales. Primero, él reconoció su pecado y vio lo lejos que estaba la religión externa de la santidad interna. Segundo, su carácter fue revolucionado. Pasó de un odio a las cosas de Cristo a un amor por la verdad. Finalmente, la energía y motivación personales de Pablo fueron completamente redirigidas. Pasó de ser un celoso opositor de los cristianos a uno que fervientemente sirvió y apoyó a la iglesia.
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)