“…A la generación venidera contaremos las alabanzas
del Señor, y de su poder y de las maravillas que hizo” Salmos 78:4 (Leer: Salmos
78:1-11)
Nos acercamos a
la época del año en la cual es muy normal que los padres gasten mucho dinero en
sus hijos. Algunas veces el dinero es invertido en cosas que en realidad
aportarán a su futuro, pero la mayoría se centra en gastar sus ahorros en cosas
que en realidad no son para nada esenciales: juguetes, juegos, teléfonos
inteligentes, TV´s, etc.
¿Pero, será malo
gastar tanto en los hijos? Esa pregunta sin duda no tiene una respuesta
sencilla, la pregunta correcta puede ser más bien: ¿Gastan dinero los padres en
sus hijos para no tener que pasar tiempo con ellos? Una universidad, desarrolló
un estudio sobre este tema, y concluye que la respuesta a esta pregunta es
positiva. El estudio reveló que la mayoría de niños(as) en los Estados Unidos,
tiene un televisor en su cuarto y un teléfono inteligente sin limitaciones.
Como siempre,
el dinero no es en sí el problema, sino el motivo por el cual lo gastamos. ¿Acaso
los padres están pensando que con “cosas” podrán entretener, consentir o
comprar a sus hijos? ¿O desean invertir
su tiempo y recursos en lograr que sus hijos tengan valores espirituales que
les sirvan para su vida como adultos? Definitivamente, lo segundo requerirá
mucho más tiempo que el que toma ir a comprar el juguete o teléfono inteligente
de moda.
Es necesario
mucho tiempo para poder “instruir a un niño” (Prov. 22:6). Es requerida mucha paciencia para que un
padre logre resultados en la conducta de sus hijos (Prov. 3:12). El esfuerzo
que demanda enseñar principios divinos, no es una prueba fácil (Deut. 4:9). Deberás
pedir sabiduría para enseñar justicia (Ef. 6:4; Col. 3:21); y por último pero
no menos importante, debes ser diligente para manejar bien una familia (1ª Tim.
3:12).
1. Las verdades y principios bíblicos,
demandan de mucho tiempo, perseverancia, sabiduría, esfuerzo y prontitud; harán
que nuestros hijos en verdad tengan herramientas para toda la vida.
2. El mejor regalo no es el de moda, es
dar tiempo y tener una relación de calidad con nuestros hijos.
MD/HG -
(DEV. PROVERBIOS: “SABIDURÍA DIVINA PARA LA VIDA DIARIA”)