“Milites por ellas la buena milicia.” 1ª Tim 1:18b (Lea: 1ª Timoteo 1:18-20)
En su segunda epístola
a Timoteo, Pablo dice acerca de sí mismo: “He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe” (2ª Timoteo 4:7). Pablo está usando las
palabras de un hombre que está a punto de dejar la batalla por la vida. Pero
aquí en 1 Timoteo se encuentra la palabra de Pablo a este joven cristiano,
probablemente de unos veinticinco años de edad, al que se le ha encomendado un
trabajo muy peligroso y exigente en Éfeso. El apóstol le dice que pelee la
buena batalla.
La naturaleza fundamental del cristianismo es que es una
batalla en la que todos participamos y no hay salida posible hasta el final. El momento en que
comenzó usted su vida cristiana, por la fe en Jesucristo, comenzó usted una
batalla de por vida y no se pretende que esta lucha sea fácil, que es algo que
muchos cristianos olvidan hoy. Un tanto dispersa por muchos lugares por
demasiadas enseñanzas engañosas, nos encontramos con una actitud muy extendida
hoy en el sentido de que al hacerse usted cristiano, Dios empieza a obrar en
usted, de modo que todo tiene que salir como usted desea que salga. A las
personas se les está enseñando que están en la voluntad de Dios porque aparecen
de manera misteriosa puentes que cruzan los abismos en la vida. ¡Eso es una
mentira! Si es esa la señal de que estamos haciendo la voluntad de Dios,
entonces Pablo estuvo fuera de la voluntad de Dios durante la mayor parte de su
vida. Sabía que se hallaba en una batalla y le dice a Timoteo que también él se
va a encontrar en la batalla.
El objetivo de esta
batalla no es sobrevivir hasta el final de la vida, como piensan muchos
cristianos. Todo el mundo, cristianos y los que no lo son por igual están
participando en la batalla para mantenerse sanos y permanecer vivos. Esta no es
la batalla cristiana. Pablo está hablando acerca de ser cristiano, acerca de
cómo llevar una vida cristiana en medio de las peligrosas presiones y de las
fuerzas contrarias. Esta es la batalla. En otras palabras, ser realista en un
mundo de engaños, no seguir todas las fantasías por las que el mundo se deja
engañar, no permitirse a sí mismo pensar de manera equivocada acerca de lo que
está sucediendo en la sociedad, sino adoptar el punto de vista de Dios, ver las
cosas tal y como son para tratar de una manera honesta, realista y abierta con
todo lo que sucede; esta es la batalla.
Así es como Jesús trató
la vida. No se ocultó en ningún monasterio. Estuvo en el centro mismo de la vida, en los mercados, en las ciudades,
entre los pueblos y bajo las presiones y los peligros de la vida diaria.
Fue un realista que se enfrentó con la vida de un modo serio y honesto.
La batalla a la que se
refiere Pablo es ser una persona amorosa que se interesa por y tiene compasión
de las personas en tiempos de ansiedad, cuando otros están dando lugar a
expresiones de odio, de violencia y de intolerancia. La batalla implica vivir
de manera redentora entre aquellos que han perdido el camino para alejarles de
lo que está destruyendo, participando con ellos, dándose a sí mismo a fin de
traerles de vuelta a una relación de verdad y de realidad. La batalla es vivir
su vida con un propósito, no sencillamente dedicarse a sí mismo.
ORACIÓN. Señor, te doy gracias porque Tú me has suplido todo lo que necesito para luchar contra el mundo, la carne y el demonio. Concédeme que me apoye en Ti al participar en la buena batalla.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. El llamamiento cristiano no es para una persona a la que le guste sentirse cómoda. Cuando las cosas se vuelven difíciles, ¿optamos nosotros por la propia indulgencia o decidimos enfrentar de manera realista los desafíos de la vida?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Señor, te doy gracias porque Tú me has suplido todo lo que necesito para luchar contra el mundo, la carne y el demonio. Concédeme que me apoye en Ti al participar en la buena batalla.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. El llamamiento cristiano no es para una persona a la que le guste sentirse cómoda. Cuando las cosas se vuelven difíciles, ¿optamos nosotros por la propia indulgencia o decidimos enfrentar de manera realista los desafíos de la vida?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")