“La esperanza
de los justos es alegría…” Proverbios 10:28 (Leer: Salmo 28:6-9)
Después de que mi esposa y yo visitamos el Louvre en
París, llamé por teléfono a nuestra nieta Addie. Cuando le conté que había
visto el famoso cuadro de da Vinci, la Mona Lisa, Addie preguntó: «¿Está
sonriendo?».
¿Acaso no es esta la gran pregunta que rodea esa pintura?
Más de 600 años después de que Leonardo la pintara, todavía no sabemos si la
señora estaba sonriendo o no.
La «sonrisa» es parte de lo intrigante de la pintura.
Pero ¿cuál es la importancia de esto? ¿Acaso la Biblia habla de sonreír? En
realidad, la palabra aparece menos de cinco veces en la Escritura, y nunca como
algo que se nos manda hacer. Sin embargo, la Biblia sí sugiere que tengamos una
actitud que nos lleva a sonreír, y se usa la palabra alegría. Casi 250 veces
leemos sobre esta idea: «Mi corazón se llena de alegría», dice David al pensar
en el Señor (Salmo 28:7 NTV). Debemos «[cantar] de alegría al Señor» (33:1
NTV); los testimonios de Dios son «el gozo de [nuestro] corazón» (119:111); y
estamos «alegres» porque «grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros»
(126:3).
Sin duda, la alegría que Dios nos da a través de todo lo
que ha hecho por nosotros puede dibujarnos una sonrisa en el rostro.
Querido Dios, nos haces sonreír. Tu gozo trasciende todo
lo que el mundo puede ofrecer.
La esperanza en el corazón pone una sonrisa en el rostro.
(La Biblia en
un año: Jeremías 32–33 — Hebreos 1:1-14)
DAVE BRANON -
(DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")