sábado, 11 de noviembre de 2017

El peor ciego es el que no quiere ver 11 noviembre






EL PEOR CIEGO ES EL QUE NO QUIERE VER


“Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que siga firme hasta el fin, se salvará.” Marcos 13:13 (Leer: Juan 13:3-13)


De todas las discapacidades creo que la ceguera es la más horrible. Es difícil entender el sufrimiento de uno que ha nacido ciego, pero más difícil aún debe ser ofrecer consolación a una persona que perdió la visión después de adulto. ¿Cómo sería posible, por ejemplo, explicar a una persona ciega como es el rostro de su hijo? O entonces, ¿cómo decirle que el cielo es azul? Los ciegos viven una vida llena de dificultades, principalmente porque la mayoría de las personas no se preocupan por ellos. El otro día caminando por una calle en mi ciudad, noté la solidaridad que hace falta hoy día. Un hombre ciego estaba tratando de cruzar la avenida pero nadie lo ayudaba. Ciertamente las personas pensaban: no tengo tiempo para nada, ni para ayudar…

Jesús no era así, porque siempre tenía unos minutos para oír a los que lo buscaban. Más que eso, tenía tiempo para sanar a los ciegos, sanándolos para que volvieran a ver. Cristo jamás se rehusó a ayudar. A unos les expelió espíritus malos; a otros les curó sus enfermedades y hasta los resucitó de la muerte, como lo hizo con su buen amigo Lázaro. El peor ciego es lo que no quiere ver, pero la enfermedad más grande es la ceguera espiritual. Por eso le pedimos a Jesucristo que nos haga diferentes y que podamos ver con el corazón.

Señor Dios. O ciego o con buena visión, te damos gracias porque te vemos con los ojos de la fe. Solamente así podremos ver la luz de la eternidad. Amén.



MINISTERIO REFORMA - (DEVOCIONAL “CADA DÍA”)



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El Rev. Juan Boonstra es quien nos guía este mes a apreciar la Biblia y lo que ella tiene que decir para todos. Él fue el director y la voz de La Hora de la Reforma por más de un cuarto de siglo.








TRADUCCIÓN