“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en
Cristo Jesús” 2ª Timoteo 2:1 (Lea: 2ª Timoteo 1:14-2:2)
Lo primero que tiene
usted que hacer cuando las cosas empiezan a desmoronarse a su alrededor, dice
Pablo, es ser fuerte en la gracia que está en Cristo Jesús, que es el principio
fundamental para ayudar a cualquier persona. Usted sólo puede pasar a otros lo
que usted mismo ha recibido. El conocimiento mental no tiene valor alguno. Si
usted sencillamente transmite un conocimiento de la verdad, enseñando a las
personas las diferentes doctrinas del cristianismo, no ha hecho usted nada para
ayudarlas. A menos que puedan ver que esta verdad le ha cambiado a usted y ha
hecho que sea diferente, que habla usted acerca de la experiencia de haber sido
transformado por la verdad que cree, usted no hará nunca nada para ayudar a
otra persona en la hora de peligro. Si desea usted fortalecer a otros, el
consejo de Pablo es que comience usted por sí mismo.
Lo que fortalece es la
gracia. Una cosa peculiar acerca de la gracia es que nunca está a disposición
de las personas fuertes. Esto es lo que hace que resulte difícil para nosotros
contar con ella a veces. Hoy en día nos vemos continuamente asaltados por una
andanada de propaganda que nos enseña que la manera de ser fuertes es
desarrollando alguna cualidad acerca de nosotros, algún poder oculto, alguna
reserva de personalidad, algún derecho que debemos de exigir. Pero si cree
usted en la Biblia, estas enseñanzas son la manera de ser débiles, y ese
resulta ser el caso. Sólo la gracia de Dios es suficientemente fuerte como para
enfrentarse con las presiones de un mundo caído, pero la única manera que puede usted aprovechar la gracia de Dios es
reconociendo que es usted tan débil que no tiene ninguna otra cosa que le
mantenga.
Son muchas las personas
que hoy en día no son fuertes y no pueden soportar en el día de presión, aunque
dan un gran testimonio acerca de cómo van a seguir a Cristo y mantenerse para
Él. Sin embargo, en el momento de la presión, se derrumban casi de manera
instantánea. Se han tragado la mentira del mundo de que si tan sólo se deciden,
que si por medio de su voluntad o su esfuerzo se ponen de manifiesto sus
tremendos dones naturales o si desarrollan algún poder para superar los
derechos de otros, podrán mantenerse firmes. Pero la palabra de Pablo es que
para ser fuertes es preciso descubrir “la gracia que está en Cristo Jesús”.
Reconozca usted su propia debilidad y luego acepte la promesa de Dios de
trabajar con usted y por medio de usted en su debilidad para hacerle a usted
fuerte. Es así como funciona.
Los cristianos deberían
de estar continuamente aprendiendo a decir: “Yo no puedo cumplir esta
exigencia. No puedo hacer esta cosa que se me pide que haga. Pero Él puede, y
por lo tanto yo puedo”. Hágalo usted basándose en la expectación de que Dios
está en usted y Él hará posible que haga usted lo que de lo contrario no podría
hacer. Ese es el auténtico cristianismo; es algo sobrenatural, por lo que la
fortaleza natural es su más grande enemigo. Cuando aprendemos esto, podemos ser
fuertes “en la gracia que es en Cristo Jesús”.
ORACIÓN. Señor, confieso mi debilidad. Te pido que Tú me llenes de Tu fortaleza para que pueda enfrentarme con las cosas que Tú pones ante mí.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Está la gracia de Dios disponible a las personas fuertes o a las débiles? ¿Por qué? ¿Hemos descubierto nosotros la diferencia radical en el camino y el poder de la gracia en un mundo caído?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Señor, confieso mi debilidad. Te pido que Tú me llenes de Tu fortaleza para que pueda enfrentarme con las cosas que Tú pones ante mí.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Está la gracia de Dios disponible a las personas fuertes o a las débiles? ¿Por qué? ¿Hemos descubierto nosotros la diferencia radical en el camino y el poder de la gracia en un mundo caído?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")