miércoles, 3 de mayo de 2017

Un objeto de temor 3 mayo





“A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.”  Isaías 8:13 


Una tormenta severa golpeó la Costa Este y la guardia costera fue convocada para responder a un barco en crisis. Un joven marinero, nuevo, estaba aterrorizado por la perspectiva y declaró: “no podemos salir, nunca regresaremos”. El experimentado capitán respondió: “debemos salir, no tenemos que regresar”; el deber llamaba y la responsabilidad venció el miedo.

Si vamos a caminar por fe, sólo puede haber un objeto de temor en nuestras vidas y ese es Dios. Somos responsables ante Él, Él es el mayor objeto de temor porque Él es omnipotente y omnipresente. El temor del Señor es saludable porque es el único temor que echa fuera a los otros temores (Isa 8:11-14). Todos los demás objetos de temor palidecen en comparación a nuestro Dios Santo. Necesitamos ser como David quien proclamó ante Goliat: “¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?” (1 Sam 17:26).  El ejército hebreo vio a Goliat en relación con ellos y se encogió en derrota. David vio a Goliat en relación a Dios y conquistó en Su fuerza.

Cuando los 12 espías checaron la Tierra Prometida, 10 de ellos regresaron y respondieron: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros” (Núm. 13:31). Ellos no vieron a Dios en la tierra, vieron a los gigantes (v 33), con esa perspectiva toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche (Núm. 14:1).

Josué y Caleb respondieron: “no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis” (Núm. 14:9). La gente se rebeló. Aceptaron el informe de la mayoría en lugar de escuchar a Josué y a Caleb. Al aceptar la voluntad de los cananeos sobre la voluntad de Dios, ellos elevaron el poder y el prestigio de los cananeos sobre la omnipotencia y omnipresencia de Dios. Para honrar a Dios como el mayor objeto de temor es adorarlo. Ser controlado por cualquier otro objeto de temor es permitirle usurpar el lugar de Dios en nuestras vidas.


ORACIÓN. Señor, quiero agradarte a ti en todo hoy, no quiero agradar a la gente o ser un cobarde, en Cristo Jesús, amén.




NEIL ANDERSON - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)










TRADUCCIÓN