“Tú les das, y ellos recogen; abres tu mano, y se
sacian del bien.” Salmos 104:28 (Leer: Salmos 104:19-35)
Un amigo que es
escritor, me contó que en la ventana de su oficina, hay un alimentador de aves.
Todos los días, ese alimentador es fuente de maravillosos mensajes sin
palabras. Los motivadores de esos mensajes son seres emplumados y el mensaje
que eficazmente comunican es el siguiente: la dependencia de Dios es buena y
razonable para todas sus criaturas, eso te incluye a ti y a mí.
Podemos
encontrar tres increíbles principios con respecto a la dependencia de Dios, que
los pájaros practican fielmente:
* Busca la provisión de Dios a diario.
* Busca su provisión esperándola porque Él te ha
satisfecho antes.
* Busca su provisión activamente,
asumiendo la responsabilidad de recogerla.
Las aves
ilustran el Salmo 104:27-28: Todos ellos esperan en ti para que les des su
comida a su tiempo. Tú les das, y ellos recogen; abres tu mano, y se sacian del
bien”.
La Biblia es
como una mesa con la provisión completa de alimentos nutritivos que necesitamos
diariamente: principios, promesas, instrucción, sabiduría, consuelo y aliento. Como
todo buen anfitrión el Señor nos dice: “Ven y sírvete”. Sin embargo, la mayoría
de las veces hacemos caso omiso de esa invitación. Eso es porque en esencia lo
que evidenciamos es que dependemos de todo menos de Él, debido a que nuestra fe
es débil. Pero si al igual que nuestros amigos con plumas, asistimos al
banquete diariamente con expectativa y de forma activa, nuestro divino
Anfitrión suplirá las necesidades que realmente tenemos.
1. Empieza a depender menos de ti y de
otros; y más de Dios.
2. Dios alimenta a los pájaros, pero no
deposita la comida en sus nidos.
MD/HG -
(DEV. PROVERBIOS: “SABIDURÍA DIVINA PARA LA VIDA DIARIA”)


