“...amémonos los unos a los otros, porque el amor
viene de Dios...” (1ª Juan 4:7 NVI)
Una tarde antes
de que Mary Martin, la gran estrella musical de Broadway, saliera al escenario
en el musical de South Pacific, le llegó una nota de Oscar Hammerstein,
compositor y productor de teatro, quien se la había escrito en su lecho de
muerte: “Querida Mary: Una campana no es una campana hasta que la haces sonar.
Una canción no es una canción hasta que la cantas. El amor que hay en tu
corazón no es para retenerlo. El amor no es amor hasta que lo regalas”. Después
de su actuación, muchos se abalanzaron al camerino de la cantante exclamando:
‘Mary, ¿Qué te ha pasado esta noche? ¡Nunca hemos escuchado algo tan increíble
como esa actuación! ¡Has cantado con más fuerza y convicción que nunca!’ Con
lágrimas en los ojos, Mary les leyó la nota de Hammerstein y añadió: ‘Esta
noche, ¡he regalado mi amor!’.
Hasta la persona más pobre del mundo tiene algo que
regalar a otros si tiene amor en su corazón. Los regalos de amor se
presentan de muchas formas: una sonrisa, un abrazo, un presente, una nota de
agradecimiento, tenderle la mano a alguien o simplemente estar ahí en los
momentos difíciles. El amor es el único regalo que siempre acierta, siempre es
apropiado y siempre es actual. Jesús dijo: “De este modo todos sabrán que sois
mis discípulos, si os amáis los unos a los otros” (San Juan 13:35 CST). Pablo
escribió: “Que el Señor os haga crecer para que os améis más y más unos a
otros, y a todos...” (1 Tesalonicenses 3:12 CST). Juan escribió: “Queridos
hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo
el que ama ha nacido de Él y lo conoce” (1 Juan 4:7). La palabra para hoy es:
regala tu amor.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")


