Si he de vivir
por mi fe, debo hacer lo que hizo Noé y construir un arca para sobreponerme a
la tormenta.
“Por la fe Noé… con temor preparó el
arca en que su casa se salvase” (Hebreos 11:7).
El arca que Noé
construyó representa a Jesucristo; y no hay otro lugar seguro en la tierra.
Cuando Isaías
profetizó sobre un rey que vendría a reinar en justicia, estaba describiendo
claramente a Cristo:
“Y será aquel
varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como
arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra
calurosa” (Isaías 32:2).
En todo el
mundo la gente está buscando desesperadamente un lugar seguro para esconder su
dinero. Multitudes están comprando armas para proteger a sus familias durante
lo que creen será un tiempo oscuro de "cada cual para sí mismo".
Éstos incluyen cristianos que creen en la Biblia.
Sin embargo, no hay lugar de seguridad garantizada
en la tierra, excepto permanecer en Jesús. No digo esto como una teología
vacía que los cristianos suelen decir sin pensar. Por más de dos mil años,
aquellos que han confiado en Jesús como su seguridad han demostrado la
fidelidad de la Palabra de Dios.
“Torre fuerte
es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado” (Proverbios
18:10).
“Jehová, roca
mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré”
(Salmos 18:2).
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)