Durante muchos
meses, escudriñé y estudié las Escrituras, pidiéndole al Señor que me dé un
mensaje de esperanza y aliento para estos tiempos duros. Mi espíritu clamó:
“Señor, por favor habla una Palabra a mi corazón para tus hijos, pues sólo Tú
tienes palabras de vida eterna. Sólo Tú puedes darnos una Palabra de consuelo
en tales tiempos”.
El Espíritu
Santo respondió mi oración, hablando a mi corazón, lo siguiente:
“Yo te daré una
sola promesa de mi Palabra. Y si tú
confías tu vida entera a ella, esta Palabra te guardará durante todos los
tiempos peligrosos”.
ADHIÉRETE A LA
VERDAD.
Amados, yo sé
que si nos adherimos especialmente a este versículo, creyendo plenamente en él,
éste será una poderosa fuente de fe diaria. Esta es la promesa que el Espíritu
me mostró: “Vuestro
padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.” (Mateo
6:8).
En Lucas 12,
Jesús enumera las necesidades que Él dice que nuestro Padre celestial sabe que
tenemos. Estas necesidades son: comida, bebida y vestido.
“Por tanto os
digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué
vestiréis… Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es
echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?” (Lucas 12:22, 28).
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)