lunes, 3 de octubre de 2016

La gran constante eterna 3 octubre





“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios”  1ª Juan 3:1


¿Has sentido alguna vez que Dios está dispuesto a darse por vencido contigo porque en lugar de caminar confiadamente en fe, tú has tropezado y caído? ¿Alguna vez has temido que haya un límite de tolerancia de Dios por tus fracasos y que estás caminando peligrosamente cerca de la línea externa o que ya la has cruzado? He conocido a muchos cristianos así. Ellos piensan que Dios está molesto con ellos y que está a punto de deshacerse de ellos o que Él ya se ha dado por vencido con ellos debido a que su comportamiento es menos que perfecto.

Es verdad que el camino de fe puede ser en ocasiones interrumpido por momentos de incredulidad personal o rebelión o aún engaño satánico. Es durante esos momentos cuando pensamos que Dios seguramente ya perdió su paciencia con nosotros y está listo para rendirse con nosotros. La tentación es darse por vencido, dejar de caminar por fe de una vez por todas, bajarse desalentado a la carretera y caminar sin rumbo, ¿cuál es el sentido?, nos sentimos derrotados, la obra de Dios por nosotros se ha suspendido y Satanás está eufórico.

La verdad primaria que necesitas saber acerca de Dios para que tu fe permanezca firme es que Su amor y aceptación son incondicionales. Cuando tu caminar por fe es fuerte, Dios te ama. Cuando tu caminar por fe flaquea, Dios te ama. Cuando en un momento estás fuerte y al siguiente débil, Dios te ama. El amor de Dios por ti es grande, eterno y constante en medio de todas las inconsistencias de tu caminar diario.

Dios quiere que hagamos el bien, por supuesto. El apóstol Juan escribió: “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen”  (1Juan 2:1 NVI) Pero Juan continuó recordándonos que Dios ya ha provisto para nuestros fracasos así que Su amor continúa constante a pesar de lo que hagamos: Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo (v1-2).

ORACIÓN. Señor, dame la gracia para corregir mis defectos de carácter y para ayudar a satisfacer las necesidades de otros, en el nombre de Jesús, amén.



NEIL ANDERSON - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)









TRADUCCIÓN