“Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones
pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto
para muerte.” Romanos 7:5
Cuatro términos clave
caracterizan a aquellos que no están en Cristo.
En nuestro mundo caído,
maldecido, los desastres son comunes. Incendios, inundaciones, terremotos,
erupciones volcánicas, huracanes, tornados y otros desastres naturales suceden
en algún lugar cada día. Añadido a esos desastres naturales, están los hechos
por los hombres, tales como guerras, actos de terrorismo, accidentes de avión,
etc.
Pero mayor que
cualquiera de esos desastres, y de donde todos provienen, es la entrada de
pecado en la raza humana. El pecado les da a los hombres caídos, muerte
espiritual, corta su comunión con Dios y los consiga al castigo eterno en el
Infierno.
En el verso de hoy,
Pablo introduce cuatro palabras que describen el estado no regenerado del
hombre: carne, pecado, ley y muerte. Esas cuatro palabras están interconectadas:
la carne produce pecado, el cual es estimulado por la ley, resultando en
muerte. Consideremos cada uno individualmente:
El término carne es usado de dos maneras en la Escritura. En ocasiones es usada
en un sentido físico para hablar de la existencia humana. Juan la usó para
describir la encarnación de Cristo en Juan 1:14
y 1ª Jn 4:2. Pero en su sentido moral "carne" representa el
cuerpo no redimido del creyente (Gál 5:13, Efe 2:3). Mientras que los creyentes
ya no están "en la carne" (Rom 8:9) como lo están los incrédulos, la
carne está todavía en nosotros. Es la sede de la tentación, la playa de
desembarco de donde Satanás lanza sus ataques.
El pecado (o pasiones pecaminosas) energiza la carne, que a
su vez produce más pecado. Esas "pasiones pecaminosas", Pablo dice
"fueron despertadas por la ley" son expuestas por la ley porque la
naturaleza rebelde del hombre le hace desear hacer lo que está prohibido. El
resultado final de esta espiral descendiente es "muerte" tanto física
como espiritual.
¡Qué Dios tan
misericordioso tenemos! Quien "aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo" (Efe 2:5).
JOHN MACARTHUR
- (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)