Cuando arreglamos una
mesa de banquete para nuestro Rey que se derrama con adoración, amor y la dulce
fragancia de la adoración y alabanza, lo llenamos con nuestra abundante
adoración. Entonces "esa noche" el Rey de reyes se levanta de Su
trono sin descanso, Él, que nunca duerme comienza a conmover los cielos con
truenos de divina inquietud.
Hechos 4:6-31. Los apóstoles reaccionaron a su
primera experiencia de persecución después de la resurrección con adoración y
alabanza a Dios en unidad. Y Dios les contestó sacudiendo el edificio donde
estaban y llenándolos con la frescura del Espíritu Santo y denuedo.
Aquellos que creen que
Dios es un cuidador retirado y desinteresado de una creación abandonada tendrán
problemas con esto, pero quizá deberían leer la Biblia, es claro en las
Escrituras que Dios contesta oraciones y que responde al hambre espiritual en el corazón humano.
El final de la historia
de la mujer samaritana en el pozo marca el comienzo de otra historia aún más
intrigante. La mujer recién transformada corrió a su pueblo y trajo una
multitud de vecinos para que conocieran a Jesús y algo inusual sucedió.
De hecho esta es una de
esas raras ocasiones donde la visitación se convirtió en habitación porque Él
terminó quedándose tres días más ministrando a un pueblo no judío.
Es obvio que este pueblo tenía el favor de Jesús. Él
extendió el avivamiento. Ellos satisficieron Su necesidad de adoración.
Dios no puede dejar
pasar el llamado de un corazón contrito y humillado. Tampoco ignorará la
adoración y alabanza de verdaderos adoradores. Aún sus poderosos juicios en el
libro de Apocalipsis son liberados con truenos celestiales, rayos y terremotos
solo después de que las oraciones de los santos se mezclan con incienso y
despiden una fragancia dulce para Dios.
En el libro de los
hechos, inmediatamente después de que Pedro y Juan fueron azotados y amenazados
por los sumos sacerdotes y el Sanedrín, ellos conocieron a otros creyentes y
comenzaron a contar los hechos maravillosos de Dios y su gloria. Entonces los
discípulos le pidieron a Dios que actuara en su beneficio para que pudieran
proclamar el evangelio con denuedo. La respuesta que recibieron fue milagrosa.
"Y cuando hubieron orado, el lugar se sacudió en donde
estaban reunidos y fueron llenos con el Espíritu Santo, y hablaron la palabra
de Dios con denuedo." (Hechos 4:6-31).
Dios responde a la
adoración y alabanza grupal, especialmente cuando se ofrece por gente que está
"en un mismo sentir". En este caso, la respuesta de Dios marcó los
truenos de divina inquietud y los truenos de la bendición divina.
ORACIÓN. Padre, me consuela saber que te importo, me afirma
saber que eres capaz de mover el cielo y el infierno por mí. Te quiero alabar
en la congregación, ofreceré fragancias dulces de agradecimiento, alabanza,
adoración, sorpresa, temor y gozo inefable.
(DEVOCIONAL "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)