“¡qué clase de personas debéis ser vosotros en conducta
santa y piadosa!” (2 Pedro 3:11 – RV
1989)
Yo creo en establecer
metas y hacer planes. Pero la visión bíblica de las metas futuras y piadosas
para el ministerio o trabajo no tiene valor si no proveen de dirección a
nuestros pasos en la actualidad. Objetivos para el futuro que no dan prioridad
a las actividades actuales no son más que ilusiones. Hacemos planes para el
mañana para poder establecer actividades significativas para hoy. Necesitamos
preguntarle al Señor cada día si todavía estamos en el blanco y darle el
derecho de ordenar cambios a mitad del camino en la dirección.
A algunas personas no
les gusta establecer objetivos porque sienten que esas metas los predisponen al
fracaso. Pero un objetivo nunca debe ser un dios. Debe ser una meta, no un
látigo. Otras personas se obsesionan con las metas para el mañana.
Bíblicamente, la voluntad de Dios está casi en su totalidad dirigida a vivir
responsablemente. El establecimiento de metas legítimo debe apoyar la voluntad
de Dios.
¿Estás tratando de
decirnos que no debemos hacer ningún plan para el futuro o establecer metas en
nuestro trabajo o ministerio? No, Estoy tratando de decir que el enfoque primordial de la voluntad de
Dios es que busquemos establecer Su reino al convertirnos en la persona que Él
quiere que seamos hoy.
La mayoría de la gente
quiere saber qué tiene Dios para ellos en el futuro. Es por ello que la
profecía ha sido siempre un tema popular. La mayoría de los profesores de
profecía saben que el punto crítico concerniente a la segunda venida del Señor
es "Qué tipo de persona debes ser en conducta santa y piadosa" (2 Ped
3:11) Jesús dijo, "buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y
todas estas cosas les vendrán por añadidura, así que no os afanéis por el día
de mañana" (Mat 6:33-34) La profecía bíblica es dada a nosotros como una
esperanza (la seguridad actual de un
futuro bueno) para que tengamos el valor de vivir con rectitud y con confianza
en la actualidad.
ORACIÓN. Padre, ayúdame a vivir en el presente y no preocuparme por
el mañana, aceptando solamente Tu voluntad y guía para mi futuro, en el nombre
de Jesús, amén.
NEIL ANDERSON -
(DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)