"... El Dios del cielo nos dará el éxito..." (Nehemías 2:20 DHH)
Para que tus fracasos
se conviertan en éxito, necesitas hacer dos cosas:
1) Darte cuenta de que Dios quiere tu éxito porque eres Su
hijo.
¿Qué padre bueno y amoroso no lo haría? Enfrentado a los obstáculos abrumadores
y a las amenazas del enemigo, Nehemías anunció: "...El Dios del cielo nos
dará el éxito..." (Nehemías 2:20 DHH), ¡y así lo hizo el Señor!
2) Darte cuenta de que el fracaso es una herramienta de
aprendizaje. Cuanto mayor es el fracaso, mayor es la oportunidad de aprender de él.
Pero primero debes reconocer el potencial que tienen tus errores para enseñarte
y proponerte aprender de ellos, madurar y cambiar.
Thomas Edison dijo: 'No
estoy desanimado, porque cada intento erróneo descartado es otro paso adelante'.
A los veintiún años de edad, montó su laboratorio en Menlo Park, Nueva Jersey,
EE.UU., donde trabajó como inventor a tiempo completo. Él y su equipo se
ocupaban simultáneamente de más de cuarenta proyectos diferentes y solicitaron
más de cuatrocientas patentes al año. La fiebre de trabajo y de productividad
de Edison le ganó el mote de "El Mago de Menlo Park" entre los
lugareños. Pero no siempre tuvo éxito, puesto que muchos de sus inventos
fracasaron. Sin embargo, pese a tener
que sufrir una multitud de dolorosos reveses, nunca se rindió.
Ridiculizado a menudo
por su perseverancia, realizó unos diez mil experimentos antes de inventar por
fin en 1879 la bombilla incandescente. Al recordar su trayectoria laboral llena
de altibajos, Edison comentó: 'No he fracasado. He encontrado diez mil formas
que no funcionan'. Deja de etiquetar tus fracasos como algo negativo. Hay muy
pocos fracasos auténticos en la vida, la mayoría de ellos son alternativas.
Algunas funcionan y otras no. Pero con Dios de tu lado, ¡si persistes ganarás!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")