domingo, 8 de marzo de 2015

Libres del legalismo 8 marzo





“No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios, el cual también nos hizo suficientes como ministros (servidores) de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.”  2 Corintios 3:5-6


El caminar en el Espíritu no es legalismo, el extremo opuesto de la libertad. Pablo dijo: "si eres guiado por el Espíritu, no estás bajo la ley" (Gal 5:18). Tratar estrictamente de obedecer las reglas y reglamentos cristianos no permite el caminar lleno del Espíritu, generalmente lo mata (2 Cor 3:6).

Se nos dice en Gálatas 3:13 que la ley en realidad es una maldición y en Gálatas 3:21 que es impotente, incapaz de dar vida.

Estableciendo la ley -diciéndole a alguien que es malo hacer esto o aquello- no les da la capacidad de dejar de hacerlo. Los cristianos han sido conocidos por tratar de legislar espiritualmente con "nos": los cristianos no beben, no fuman, no bailan, no van al cine, no juegan a las cartas, no se maquillan, etc.

Pero el legalismo no puede frenar la inmoralidad. De hecho, establecer la ley sólo sirve para aumentar la tentación. Pablo dijo que la ley en realidad estimula el deseo de hacer lo que prohíbe (Rom 7:5) Cuando le dices a tu hijo que no cruce cierta línea, ¿a dónde quiere ir inmediatamente? La fruta prohibida generalmente parece ser la más deseable.

Tampoco un corazón lleno del Espíritu se produce al exigir que alguien se conforme a un código religioso de conducta. Generalmente equiparamos las disciplinas cristianas como el estudio de la Biblia, oración, asistencia regular a la iglesia y testificar con la madurez espiritual. Todas estas actividades son buenas y útiles para el crecimiento espiritual. Pero sólo el llevar a cabo estas disciplinas cristianas admirables no nos garantizan un caminar llenos del Espíritu.

¿Significa esto que el establecer reglas está mal? Claro que no. La ley de Dios es un estándar necesario de protección moral y una guía. Pero el medio por el cual vivimos una vida de libertad no es la ley sino la gracia. Dentro de los límites de la ley de Dios, somos libres para fomentar una relación de espíritu a Espíritu con Dios, que es la esencia de caminar en el Espíritu.

ORACIÓN. Señor, ayúdame a animar a otros creyentes a la libertad en caminar contigo y no imponerles un código religioso de comportamiento, en el nombre de Jesús, amén.


NEIL ANDERSON - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)







TRADUCCIÓN