¡Es posible andar
delante del Señor con un corazón perfecto! Dios le dijo a Abraham: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda
delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).
También, Dios les dijo
a los hijos de Israel: “Perfecto serás delante de Jehová tu Dios” (Deuteronomio
18:13). David tuvo la determinación en su corazón de obedecer este mandamiento.
Él dijo: “Entenderé el camino de la perfección… En la integridad de mi corazón
andaré en medio de mi casa” (Salmos 101:2).
La escritura también
señala que Salomón quedó corto del mandato de Dios de ser perfecto: “Su corazón
no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David… y no
siguió cumplidamente a Jehová como David su padre” (1 Reyes 11:4-6).
Vemos también, el
mandamiento del Señor de ser perfectos en el Nuevo Testamento. Jesús dijo:
“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es
perfecto” (Mateo 5:48).
Pablo escribió: “a fin
de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Colosenses 1:28). Y en la
misma carta: “para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios
quiere” (4:12).
Y Pedro dijo: “Mas el
Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).
La perfección no quiere decir que el corazón no tenga pecado
o falta. El hombre juzga según las apariencias externas, según lo que ve. Pero Dios juzga el
corazón, los motivos que no se ven (1 Samuel 16:7). Se decía que David tuvo un
corazón perfecto para con Dios “todos los días de su vida”, sin embargo, él le
fallaba a menudo al Señor. Su vida fue marcada para siempre por el adulterio y
un homicidio notorio.
La definición básica de
“perfecto” es: completo, maduro. En el hebreo y griego, la definición incluye:
rectitud, sin mancha, sin tacha, totalmente obediente. Significa terminar lo
que se comenzó; una obra completa. Wesley lo llamó: “obediencia constante”. Un
corazón perfecto es un corazón sensible. Rápida y totalmente responde al amor,
los susurros y las advertencias del Señor. Este corazón dice todo el tiempo:
“Habla, Señor, porque tu siervo oye. Muéstrame el camino y yo caminaré en él”.
DAVID WILKERSON -
(DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)


