“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla
y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen
para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los
ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu
corazón.” Mateo 6:19-21
Por otra parte,
¿sientes que día tras día te atraen de la tierra al cielo? ¿Sientes como si
allá arriba hubiera un imán que atrae tu corazón de manera que cuando estás
trabajando en tu negocio, en tu familia con todos sus cuidados, no puedes
evitar lanzar una oración al Altísimo? ¿A veces sientes este impulso inexorable
de algo que no entiendes, que te impele a tener comunión con Dios más allá de
los cielos? ¡Ay! Si es así, puedes estar seguro que es Cristo quien te atrae. Hay un vínculo entre el cielo y tú, y
Cristo está halando ese vínculo y elevando tu alma hacia sí.
Si tu corazón está aquí
abajo, entonces tu tesoro está aquí; pero si tu corazón está allá arriba, si
tus esperanzas más brillantes, tus deseos más tiernos están en los lugares
celestiales, tu tesoro claramente está allá y el título de propiedad de ese
tesoro se encontrará en el propósito eterno de Dios por el cual él te ordenó
para sí mismo para que publiques su alabanza.
(A través de la Biblia en un año: Juan 7-8)
CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)


