“Ninguna arma forjada contra ti prosperará…” Isaías 54:17
Felicidad no significa
vivir sin dolor o heridas –no es así–. La verdadera felicidad es aprender a
vivir un día a la vez, a pesar de la pena y del dolor. Es aprender a
regocijarse en el Señor, sin importar lo que ha acontecido en el pasado.
Usted puede sentirse
rechazado y abandonado. Su fe puede que esté débil y usted puede pensar que ya
ha perdido la batalla. Tristeza, lágrimas, dolor y soledad pueden engullirlo a
veces, pero Dios está todavía en el trono. ¡El todavía es Dios!
Convénzase a sí mismo
que usted sobrevivirá. Usted saldrá de todo eso y, ya sea que viva o que muera,
usted le pertenece al Señor. La vida continúa y usted se sorprenderá de todo lo
que puede aguantar con la ayuda de Dios.
Usted no puede ayudarse
a sí mismo ni parar el dolor. Pero nuestro Señor bendito vendrá a usted. Él pondrá sus amorosas manos debajo de
usted y lo levantará para que nuevamente usted se siente en lugares celestiales.
Él lo librará del miedo de morir y le revelará su amor eterno.
¡Mire hacia arriba!
Anímese en el Señor. Cuando la niebla lo envuelva y no pueda ver la salida para
su problema, descanse en los brazos de Jesús y simplemente confíe en él. ¡Él
tiene que hacerlo todo! Él quiere su fe y su confianza. Él quiere que usted
clame audiblemente, “¡Jesús me ama! ¡Él está conmigo! ¡Él no me fallará! ¡Él lo
está resolviendo todo, ahora mismo!
¡No seré abatido! ¡No
seré derrotado! ¡No seré una víctima de Satanás! No perderé mi mente o mi
dirección. ¡Dios está de mi lado! ¡Yo lo amo y él me ama!”
La clave de todo es la
fe. Y la fe descansa en esta verdad absoluta: “Ninguna arma forjada contra ti
prosperará…” (Isaías 54:17).
DAVID WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)