“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no
puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
Juan 14:16-17
Jesús ministró por el
poder del Espíritu Santo y Él ha prometido el mismo Espíritu a todos los
creyentes.
La economía fluctuante
de los 90´s y su cambiante lugar de trabajo, ha dejado a muchos trabajadores
con el sentido de que probablemente tengan que cambiar de trabajo varias veces
durante sus carreras. Aunque las economías puedan entrar en nuevas fases y
dejar gente con incertidumbre, las promesas de Dios permanecen completamente
confiables. Su promesa, hecha a través de Su Hijo, nuestro Señor y Salvador, de
enviar al Espíritu Santo, es tal promesa. Esta promesa bíblica tan importante
fue dada en este verso de hoy, donde Jesús habla a sus discípulos durante la
primera parte de su discurso en el Aposento Alto. Sus palabras, en la espera de
Su muerte, dieron mucho consuelo a los discípulos, pero la promesa es también
parte del legado rico de Cristo a los cristianos de hoy en día.
Esta promesa consiste
en cuatro elementos:
-Primero, Jesús promete un Ayudador sobrenatural. Él le llamó
"otro Consolador" que significa "otro que es idéntico". Él
nos está enviando exactamente el tipo de "Ayudante" que Él era,
excepto que el Espíritu vive en nosotros (Juan 14:17)
-Segundo, la promesa significa vida sobrenatural para
nosotros. Cuando somos salvos y tenemos al Espíritu Santo, nos volvemos sensibles
a la obra de Cristo en el mundo, y comenzamos a ver cosas desde una perspectiva
divina (Juan 14:19)
-Tercero, el Espíritu viene como un Maestro sobrenatural (Juan
14:26) Este es uno de los aspectos más vitales del ministerio del Espíritu
porque nos recuerda nuestra completa dependencia en Cristo.
Finalmente, la promesa de Cristo del Espíritu Santo, trae una
paz sobrenatural (Juan 14:27). Esta es una paz que trata agresivamente y
positivamente con nuestros problemas diarios y los convierte en gozo (Filipenses 4:7)
Si conoces y amas al
Señor Jesús y estás obedeciéndolo, la promesa del Espíritu, con todas sus
implicaciones, está disponible para que puedas aplicarla y disfrutarla (Juan
14:21, 15:5)
JOHN MACARTHUR - (Dev. "VIDA
NUEVA PARA EL MUNDO”)