“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:8-10
Hay cuatro fundamentos
de la gracia para todo seguidor de Jesús:
1- La gracia no se asiste. No podemos ayudar a la obra de la
gracia de Cristo sin diluirla o disminuirla.
2- La gracia es inmerecida. Cuando detectamos alguna injusticia
en nuestras vidas, muchos de nosotros pensamos que tenemos que aumentar nuestra
gracia de nuevo con buenas obras. No, la gracia de Cristo para con nosotros es
totalmente inmerecida, nunca parcial.
3- La gracia no cambia. La gracia de Dios no se aplica
menos en los días que oramos menos. No funciona de esa manera. Aun sus
advertencias contra el pecado son un signo de su gracia amorosa.
4- La gracia es interminable. Ni el Padre ni el Hijo serán
infieles al pacto que han hecho. Su duración será por toda la eternidad, nunca
será roto, por lo que a medida que permanecemos escondidos en Cristo,
permanecemos en alianza con el Padre, por lo tanto estamos seguros.
Permítanme decir esto
también: Sé que el pacto que Dios hizo con su Hijo Jesús, es más profundo, más
fuerte y de mucho mayor alcance de lo que cualquiera de nosotros pueda
entender. Muchos cristianos no estamos a la altura de su gloriosa gracia cuando
nuestras vidas están dominadas por el miedo. Cuando cometemos un error, nos
decimos a nosotros mismos: “¡Oh, no, he roto el pacto con el Señor.” Nada
podría ser más falso. ¡Es Jesús el que está en pacto con el Padre, no nosotros!
Esta es la razón por la
que Cristo tuvo que llegar a ser completamente humano, hecho semejante a
nosotros. Él cumple totalmente el pacto en nuestro nombre y nos invita a
participar de todos sus beneficios. Por medio de Él estamos completamente
limpios, totalmente en paz con Dios y abundando en su gracia. No podemos añadir
nada a Su obra terminada: Su gracia es completamente suficiente. ¡Es nuestro
papel recibir el glorioso regalo y caminar con alegría!
GARY WILKERSON -
(DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)