EL SÍNDROME POST – ABORTO
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El Síndrome Post-Aborto (SPA) es una forma de trastorno de estrés postraumático. El proceso de tomar la decisión de abortar, pasar por el procedimiento y vivir con la pena, el dolor y el pesar es ciertamente, en esencia, traumático. Al igual que con cualquier otro trauma, las personas con frecuencia tratan de “olvidar” la experiencia y niegan o ignoran el dolor resultante. Muchas simplemente no relacionan su angustia con la experiencia de aborto. Sin embargo, en algún punto, los recuerdos salen a la superficie y es imposible seguir negando la verdad sobre esta pérdida. Es durante estos momentos cuando el dolor del síndrome post-aborto se revela en los corazones de miles de vidas.
Los síntomas del síndrome post-aborto no necesariamente aparecerán al
mismo tiempo; tampoco es probable que una mujer experimente todos los síntomas
en la lista. Algunos pueden ocurrir inmediatamente después de un aborto y otros
mucho más tarde. Si usted puede identificarse con más de dos de estos síntomas,
es posible que esté experimentando el síndrome post-aborto. A continuación se enumeran los
síntomas que describen el síndrome post-aborto, según detallan el Dr. Paul y
Teri Reisser en su libro, Help for the
Post-Abortive Woman (Ayuda para la mujer que se ha realizado un aborto) (ahora
titulado A Solitary Sorrow / Una pena solitaria):
1. CULPA. La culpa es lo que una persona siente cuando ha violado su propio código
moral. Para la mujer que ha llegado a creer, en algún punto antes o después del
aborto, que dio su consentimiento para el asesinato de su hijo por nacer, el
peso de la culpa es implacable. Es poco el consuelo que puede ofrecerse a una
mujer que ha transgredido uno de los instintos más fuertes de la naturaleza: la
protección que una madre extiende a sus crías. De hecho, muchas mujeres después de un aborto creen que todo evento de
infelicidad que hubiere ocurrido después del aborto fue inevitable porque ellas
“se lo merecían”.
2. ANSIEDAD. La ansiedad se define como un
estado emocional y físico desagradable de aprensión que puede tomar la forma de
tensión (incapacidad para relajarse, irritabilidad, etc.), respuestas físicas
(mareos, palpitaciones, dolor de estómago, dolores de cabeza, etc.),
preocupación sobre el futuro, dificultad para concentrarse y alteración del
sueño. El conflicto entre las normas
morales de una mujer y su decisión de abortar genera una gran parte de esta
ansiedad. Con mucha frecuencia, ella no relacionará su ansiedad con el síndrome
post-aborto y sin embargo inconscientemente empezará a evitar todo lo que esté
relacionado con los bebés. Se inventará excusas para no asistir a un “baby
shower”, se saltará el pasillo de los bebés en el supermercado y así, sucesivamente.
3. “INSENSIBILIDAD O ANESTESIA”
PSICOLÓGICA. Muchas
mujeres después de un aborto mantienen un voto secreto de que nunca más
permitirán que se les ponga en una posición tan vulnerable. Como resultado, con
frecuencia e inconscientemente, se esfuerzan más para mantener sus emociones
bajo estricto control, lo que les evita sentir el dolor de lo sucedido, pero
también les dificulta en gran medida su habilidad de formar y mantener
relaciones estrechas. Aisladas hasta de sí mismas, pueden sentirse como si su
vida le estuviera sucediendo a otra persona.
4. DEPRESIÓN Y PENSAMIENTOS SUICIDAS. Todas nosotras experimentamos depresión de vez en cuando, pero las siguientes formas son comunes en mujeres que han pasado por la experiencia de un aborto:
4. DEPRESIÓN Y PENSAMIENTOS SUICIDAS. Todas nosotras experimentamos depresión de vez en cuando, pero las siguientes formas son comunes en mujeres que han pasado por la experiencia de un aborto:
*Humor triste -con sentimientos desde melancolía hasta total
desesperanza-.
*Episodios de llanto repentino e incontrolable -cuyo origen pareciera
ser un total misterio-.
*Deterioro del concepto de sí misma -porque se siente totalmente
deficiente en su habilidad de funcionar como una mujer “normal”-.
*Alteraciones del sueño, el apetito y sexuales -usualmente en un patrón
de insomnio, pérdida de apetito y/o deseo sexual reducido-.
*Motivación reducida -para las actividades normales de la vida-. Las cosas que ocupaban su vida antes de la
depresión ya no parecen valer la pena.
*Interrupción en las relaciones interpersonales -debido a la falta
general de entusiasmo para cualquier actividad-. Esto puede verse en especial en su relación
con su esposo o novio, en particular si él estuvo envuelto en la decisión de
abortar.
*Pensamientos suicidas -o preocupación con la muerte-. Como cabe
esperar, en un estudio realizado por el Instituto Elliot, cerca de un 33% de
las mujeres encuestadas que habían abortado alcanzó un nivel de depresión tan
profundo que preferían morir que seguir adelante.
5. SÍNDROME DEL ANIVERSARIO. En la encuesta mencionada
previamente, cerca de un 54% de las mujeres que habían abortado reportan un
aumento de los síntomas del síndrome post-aborto cerca del aniversario del
aborto y/o de la fecha en que hubiera nacido el bebé abortado.
6. REVIVIR LA EXPERIENCIA DE
ABORTO. Un evento
muy común que describen las mujeres que han pasado por abortos es tener
recuerdos angustiantes recurrentes del episodio de aborto, que ocurre con
frecuencia durante situaciones que presentan cierta similitud con algún aspecto
del aborto, tal como un examen ginecológico de rutina, o hasta el sonido de
succión de una aspiradora. Estos recuerdos o "flashbacks" también
ocurren en la forma de pesadillas recurrentes de bebés en general o del bebé
abortado en particular. Estos “sueños” usualmente se tratan de un bebé perdido,
desmembrado o que está llorando.
7. PREOCUPACIÓN POR QUEDAR
NUEVAMENTE EMBARAZADA. Un porcentaje significativo de mujeres que abortan vuelven a quedar
embarazadas en un lapso de un año, y muchas otras verbalizan el deseo de
concebir nuevamente tan rápido como sea posible. El nuevo bebé, el cual a veces es llamado el
“bebé de reparación”, puede representar un deseo inconsciente de sustituir al
que fue abortado.
8. ANSIEDAD CON RESPECTO A LA FERTILIDAD Y TEMAS
RELACIONADOS CON LA
PROCREACIÓN. Un síntoma común del síndrome post-aborto en las
mujeres es el temor de que nunca más van a quedar embarazadas o que nunca más
podrán llevar un embarazo hasta su término (o que si quedan embarazadas no van
a llegar a dar a luz). Algunas piensan que van a tener niños minusválidos
porque se han “descalificado a sí mismas como buenas madres”. Muchas se refieren a estos temores como
castigos de Dios.
9. INTERRUPCIÓN DEL PROCESO DE CREAR
VÍNCULOS CON LOS HIJOS PRESENTES Y/O FUTUROS. Por temor a pasar por otra pérdida devastadora, es
posible que una mujer que ha abortado no se permita a sí misma crear un
verdadero vínculo con sus demás hijos. Otra reacción común es la de expiar sus
acciones hacia el hijo abortado convirtiéndose en la madre más perfecta del
mundo para sus hijos restantes o futuros. Asimismo, la mujer que ya tenía hijos al momento de su aborto puede
descubrir que está empezando a verlos de manera diferente. Puede llegar al
extremo de desvalorizarlos inconscientemente, pensando cosas como: “Tuviste
suerte. Se te permitió vivir”. O puede
hacer lo opuesto y sobreprotegerlos.
10. CULPABILIDAD POR SOBREVIVIR. La mayoría de las mujeres no abortan
por razones triviales. Usualmente están en medio de una situación
descorazonadora en la cual tienen mucho que perder si escogen llevar el
embarazo hasta su término. Al final, la decisión se resume en un triste “eres
tú o yo, y me escojo a mí”. Pero aunque el aborto las libera de su trauma
presente, con frecuencia les produce una culpabilidad despiadada por haber
escogido su propia comodidad en vez de la vida de su hijo.
11. DESARROLLO DE DESÓRDENES
ALIMENTICIOS. Algunas
mujeres que se han practicado abortos desarrollan anorexia o bulimia. Aunque este fenómeno permanece en gran medida
inexplorado en este momento, hay varios factores que pueden contribuir. Primero,
un aumento significativo o una pérdida exagerada de peso se asocia con el no
ser atractiva, lo cual reduce las posibilidades de volver a quedar embarazada.
Segundo, volverse poco atractiva sirve como forma de castigarse a sí misma y
ayuda a perpetuar la creencia de que la mujer no es digna de atención. Tercero,
los extremos en el comportamiento alimenticio le representan una forma de
control a la mujer que se siente que su vida está totalmente fuera de control. Y
finalmente, una pérdida drástica de peso puede detener el ciclo menstrual,
evitando así futuros embarazos.

13. OTROS COMPORTAMIENTOS DE
AUTO-CASTIGO O AUTO-DEGRADACIÓN. Además de los desórdenes alimenticios y el abuso de
sustancias, la mujer que ha abortado puede también caer en relaciones abusivas,
volverse promiscua y dejar de cuidarse médicamente o herirse deliberadamente,
emocional o físicamente.
14. PSICOSIS REACTIVA BREVE. En raras ocasiones, una mujer que
ha abortado puede experimentar un breve episodio psicótico durante dos semanas
o menos después del aborto. El
rompimiento con la realidad y su recuperación subsiguiente son extremadamente
rápidas, y en la mayoría de los casos la persona regresa completamente a su
estado normal una vez termina el episodio. Aunque esta es una reacción inusual
al aborto, cabe mencionarla sólo porque es posible que una persona tenga una
breve reacción psicótica a un evento estresante sin que sea etiquetada como una
persona psicótica. Durante un episodio de ese tipo, la percepción de la
realidad se distorsiona drásticamente. Estas personas deben ser referidas al
cuidado de un profesional.
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