“Prepárate para venir al encuentro de tu
Dios.” Amós 4:12
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni
la hora.” Mateo 25:13
(Leer Jueces 21 – Apocalipsis 22 – Salmo 150 – Prov. 31:25-31)
¡Último día de
este año 2018! Gracias por habernos acompañado día tras día, leyendo el mensaje
cotidiano. Como última llamada, leamos nuevamente el primer texto de esta hoja:
“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios”.
Preguntémonos:
¿Estamos preparados? Lo cierto es que siempre estamos preparándonos: para una
cita, para una reunión, para ir de compras... También nos preparamos para
nuestro futuro, nuestra carrera, nuestro trabajo, nuestra familia... Sin
embargo, somos incapaces de saber qué nos reservan los próximos años; incluso
ignoramos lo que nos traerá el mañana.
Pero no hay la mínima duda con respecto a una cita
inevitable: nuestro encuentro con Dios. ¡Para este encuentro es fundamental
estar preparados!
¿Cómo
prepararnos? ¿Qué hay que hacer? ¿Tratar de hacer el bien para merecer el
perdón de Dios? No, esta no es la manera correcta de prepararnos para esa cita
a la cual cada uno de nosotros tendrá que presentarse un día. El camino hacia
él es una persona que vino del cielo y que dijo: “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida” (Juan 14:6). Si vamos a Jesús reconociendo sinceramente
nuestras faltas y nuestra situación de pecadores perdidos lejos de él, somos
perdonados. Él aceptó morir para pagar en nuestro lugar el castigo por nuestros
pecados, y su resurrección nos asegura que somos justificados ante Dios.
El creyente que
depositó su confianza en la obra de Jesús puede decir con seguridad: ¡Estoy
listo para tener un encuentro con mi Dios, además espero y deseo ese momento!
¿También es su
esperanza?
EDICIONES BÍBLICAS - (DEVOCIONAL “LA BUENA SEMILLA”)